Lo que se lleva de pretemporada ha servido para confirmar que la Real sigue siendo ese equipo de las dos caras bien contrapuestas que ofreció la pasada campaña. Un conjunto que demuestra disponer de gran pegada cuando se acerca a los dominios del área rival, pero que no tiene la contundencia necesaria cuando defiende en la propia.

Los números de los cuatro encuentros amistosos que ha disputado hasta el momento así lo corroboran. Los txuri urdines se han marcado cifras muy notables en la faceta anotadora, con casi tres goles de media por partido –11 dianas en total–, lo que deja bien a las claras que su punto de mira sigue estando muy atinado.

Sin embargo, esos fantásticos guarismos quedan parcialmente eclipsados por una sangría defensiva ante la que el técnico Asier Garitano todavía tiene unas semanas para ponerle freno. En total, la Real ha encajado cinco tantos, pese a haber jugado solo frente a un rival de su misma categoría, el Eibar.

Ausencias en la línea de atrás

Precisamente en dicha tarea, la de cortar la hemorragia de goles en contra, está enfrascado el míster de Bergara, tal y como confirmó una de las piezas del vestuario a la que le corresponde encargarse de esa misión, Aritz Elustondo. «Con Garitano se está viendo que le da mucha importancia al apartado defensivo. Con el balón sabemos que somos capaces de hacer grandes cosas», contrapuso.

En descargo de la frágil contención del cuadro guipuzcoano hay que recordar que los problemas físicos planean sobre muchos de los futbolistas que deben protagonizar dicha tarea, caso de Raúl Navas, Héctor Moreno, Diego Llorente y el propio Aritz Elustondo.

Pese a ello, el de Beasain calificó de «muy buena» la pretemporada que está realizando el equipo y la influencia de Garitano «enseñando diferentes cosas en cada partido».