La tercera jornada de los 24º Campeonatos de Europa despertaban con la triste noticia del fallecimiento en un accidente de tráfico del atleta keniano Nicholas Bett, de 28 años y una de las mayores sorpresas en los Mundiales de Beijing, cuando ganó la medalla de oro con récord de su país de 47.79 en 400 vallas, la mejor marca mundial en 2015.

Con esta trágica noticia como telón de fondo, sobre el tartán azul berlinés 18 osados atletas llegaron al final del decatlón. Tras las cinco pruebas de la jornada del martes –abandonó el máximo favorito, el francés Kevin Mayer– más las de ayer, el alemán Arthur Abele, emocionadísimo y con lágrimas en los ojos tras el 1.500, se proclamó campeón de Europa con un total de 8.431 puntos.

Se hizo con el oro al ser 4º en 100 metros, 5º en longitud, 2º en peso, 4º en altura, 2º en 400, 2º en 110 vallas, 2º en disco, 3º en pértiga, 1º en jabalina y 8º en 1.500. Hoy y mañana será el turno del heptatlón femenino.

Mientras se dirimían los últimos saltos de la final de longitud, la navarra Maitane Melero afrontaba la final de los 10.000 metros, prueba en la que acabó en una más que meritoria 9ª plaza, con una gran marca de 32:52.59. «He dado todo lo que tenía hasta el último metro», subrayó al final de la prueba. Lo cierto es que nadie pudo hacer nada ante la keniata-israelí Lonah Chemtai Salpeter, que dominó de principio a fin (31:43.29) y solo la holandesa Susan Krumins (31:52.55), exhausta, pudo seguir su estela.

Nicolás Quijera, fuera en jabalina

Poco después, el griego Miltiádis Tentóglou lograba su primer título europeo sénior con un mejor salto en longitud de 8.25. Lo hizo en el penúltimo intento, cuando era bronce. Además, en su último salto, el alemán Fabian Heinle arrebató la plata al ucraniano Serhii Nykyforov. Ambos hicieron un mejor salto de 8.13, pero el atleta local repitió esa marca dos veces.

En ausencia del lanzador de jabalina eibartarra Odei Jainaga, con mínima para Berlín (80.64, logrado en Castellón el 17 de febrero) pero ausente en la cita por molestias en el codo, el navarro Nicolás Quijera era el único lanzador vasco en jabalina. El campeón estatal el mes pasado en Getafe quedó eliminado con un mejor lanzamiento de 73.27 metros. El plusmarquista estatal sub-20, que había llegado a Berlín gracias a un lanzamiento de 80.21 en Eugene (EEUU), realizó su mejor marca en el primero de sus tres lanzamientos. En el segundo turno hizo un nulo y se despidió con una marca de 71.04 y 12º en el grupo A.

No fallaron los favoritos: el alemán Johannes Vetter, medallista de oro en los Mundiales de 2017, hizo el mejor lanzamiento con 87.39. Le siguió su compatriota Thomas Röhler (85.47), campeón olímpico en Río y que atesora el récord mundial del año, mientras que el otro germano, Andreas Hofmann, hizo la sexta mejor marca (82.36).

Gesta histórica de tres hermanos

Entre las curiosidades que dejó la jornada de ayer, cabe destacar una familiar. Henrik, Filip y Jakob, los tres hermanos noruegos Ingebrigtsen enrolados en la prueba de 1.500 metros, protagonizarán mañana la gesta histórica de coincidir en la final de los campeonatos de Europa.

Ayer, curiosamente, compitieron por orden de edad. Henrik, el mayor, de 27 años, se clasificó tercero en la primera serie con 3:49.54 (pasaban tres automáticamente); Filip, de 25, obtuvo el mismo puesto a continuación con 3:40.88, y el benjamín, Jakob, de 17, llegó segundo en la tercera y última con 3:40.81. Así, mañana formarán la cuarta parte de los contendientes en la final de los 1.500 metros.

Otros hermanos, los belgas Borlée, en cambio, vieron alejarse sus caminos. Si bien se clasificaron para la final de los 400 Jonathan (44.87) y Kevin (45.07), Dylan (45.63) dijo adiós en unas semifinales en las que Matthew Hudson-Smith (44.76 y dejándose llevar) y Karsten Warholm (44.91, su mejor marca del año) avisaron de lo que son capaces.