Jon ORMAZABAL
Pelota

Altuna III también parece manejar su instinto

El de Amezketa recupera su juego, y su capacidad para la definición allana otra gran victoria en Gasteiz

ALTUNA-ZABALETA 22

EZKURDIA-REZUSTA 13

 

Por definición, hablamos de instinto al referirnos a un «acto que obedece a una razón profunda, sin que se percate de ello quien lo realiza» o a un «impulso o movimiento divino, referido a inspiraciones sobrenaturales», algo que, referido al frontón, es un don que Jokin Altuna, sin duda, posee. Sin embargo, en el caso del de Amezketa, además se puede decir que es capaz de controlar y manejar a su antojo algo tan volátil, recurriendo a él cuando verdaderamente lo necesita. El martes, en un día malo que incluso él se permite de vez en cuando, ese duende pareció haberle abandonado, pero supo refugiarse en su zaguero y ayer, en la final, con las fuerzas en la zaga mucho más igualadas, recurrió a su instinto rematador para llevarse otro título más.

Y es que, en una final que no terminó de cumplir las expectativas creadas por el nivel de sus protagonistas, esa fue la gran diferencia que rompió el partido prácticamente de salida, con el delantero que defendía el título sacando jugo a las oportunidades que le creaba su zaguero y un Ezkurdia incapaz de ver huecos en el frontón.

Esa diferencia en la definición fue patente incluso en el nefasto comienzo de partido, en el que un saque-remate del amezketarra al txoko fue el único tanto realizado en los ocho primeros tantos que propiciaron el penúltimo empate de la final gasteiztarra en el 4-4.

Por parte colorada, Zabaleta arrancó el partido con tres errores consecutivos, una pelota arriba, otra abajo y un saque sin restar, con los fallos algo más repartidos entre el de Arbizu y el de Bergara.

Se asentó Zabaleta

Sin embargo, de la misma manera que Zabaleta acumuló la mayor parte de sus errores en la parte final de la semifinal, los del partido por el título los agrupó en el comienzo y, a poco que el zaguero de Etxarren se fue asentando en la siempre exigente cancha gasteiztarra, la diferencia en la definición de los dos delanteros hizo que el partido se rompiera irremediablemente.

Porque superado el malestar del martes por la noche y con zapatillas recién estrenadas, el campeón manomanista volvió a ser ese pelotari que controla todo lo que sucede sobre la cancha, que sabe dónde hacer daño a sus rivales, mientras que Ezkurdia fue incapaz de seguirle el ritmo. Una preciosa dejada al ancho fue el primer tanto del de la Sakana, que propició la última igualada en el marcador (5-5) y se tuvieron que jugar 17 más para ver el segundo de Ezkurdia, una suave volea al rincón. Fue en el 18-9 y la final estaba ya completamente definida.

Así que Altuna-Zabaleta repitieron su triunfo de 2016 y el guipuzcoano encadenó su tercera victoria en la feria gasteiztarra, tras la del año pasado junto a Merino II. Durante años, la Blanca ha sido territorio Titín, campeón en 9 ocasiones y mejor pelotari de la feria en 4, pero vista la proyección de Altuna III, el de Tricio no está seguro.

 

Los hermanos Merino se despiden en Ezcaray

Finalmente, por petición expresa de los pelotaris, David Merino jugará su último partido con Aspe en Ezcaray, cerca de casa y cuyo club los acogió en sus primeros años como pelotaris. En principio, estaba previsto que el menor de los de Villar de Torre finalizase su etapa el martes en Agoitz, pero lo hará esta tarde como zaguero de Aimar Olaizola, para medirse a Víctor y Rezusta.

Miguel Merino está programado en el telonero, en otro partido con protagonismo riojano, haciendo pareja con Darío ante Gorka y Eskiroz. Sin duda, será un día muy emotivo para los hermanos Merino. J.O.