Rumanos emigrados toman el testigo contra el gobierno indultor de corruptos

Unas 440 personas, 24 de ellas policías, resultaron heridos en la multitudinaria manifestación contra el Gobierno que tuvo lugar en la noche del viernes en la capital rumana.
Los medios rumanos cifraron en unas 110.000 personas la participación el viernes en la concentración en la Plaza de la Victoria para protestar contra la corrupción, la mayoría de ellos residentes en el extranjero.
«Abajo el Gobierno», «Dimisión» y «La diáspora está en casa porque le importa», eran algunas de las consignas que coreaban los manifestantes. Decenas de ellos intentaron romper el cordón policial alrededor de la sede del gobierno y fueron atacados con botes de humo.
Emigrantes rumanos en Alemania, Francia, Italia y España y que han vuelto al país de vacaciones lideraron las protestas, que tuvieron réplicas en otras ciudades como Cluj-Napoca, Timisoara, Sibiu e Iasi, entre otras. Alrededor de tres millones y medio de rumanos, de una población de 20 millones, trabajan actualmente en el extranjero –la mitad en España e Italia–, y envían más de 4.000 millones de euros en remesas.
Para última hora de ayer estaban previstas nuevas protestas en la capital, Bucarest.
El Gobierno socialdemócrata impulsó a mediados de año una ley para indultar casos de corrupción y permitir que su líder y hombre fuerte, Liviu Dragnea, sea exonerado de un delito electoral y acceda al cargo de primer ministro, lo que generó protestas multitudinarias.
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