Jakes PARROU
DONOSTIA
A VISTA DE CATALEJO

La Semana Grande canina está al caer

Poco importa que seas pastor alemán que caniche, chihuahua que salchicha, mastín que artzai txakurra; si eres chucho, tienes un lugar en Donostia. Tanto que algunos ya empiezan a hablar de Dognostia y se plantean si el saludo oficial no debería reemplazarse por un «Dogi etorri» sin duda más integrador.

La última señal la ha dado, cómo no, un adelantado a su tiempo: el hiperactivo teniente de alcalde señor Gasco, recibiendo oficialmente e imponiendo el pañuelo festivo a Pipper, «el primer perro turista» que hizo escala en Donostia en su gira por todo el Estado. Si en Bilbo tienen a Puppy, pues aquí ya tenemos a Pipper, gracias a las gracias del inefable Ernesto. El alcalde le ha puesto bozal al tema pero, vasco serio como es el Goia, debe estar que ladra.

Aunque algunos dueños se quejen justificadamente de que tienen vetadas las playas o el autobús (todo se andará), qué duda cabe de que el mejor amigo del hombre y de la mujer siempre ha sido bien tratado en Donostia. Y es que, ¿dónde si no vistieron antes que aquí esas glamourosas gabardinas perrunas? ¿Dónde los canes han sido paseados por el marco incomparable en carritos de niño estilo belle epoque? ¿Dónde disponen de su propio pintxo-pote canino, como los jueves en una tienda de Gros? ¿Dónde han tenido antes su propia fuente para calmar la sed, como la del Kursaal? ¿Y dónde se han conocido etxekoandres sensibles como la Petra, que se conformaba con el palo de la costilla de cordero porque el corazón estaba reservado al txakurtxo?

Todo eso estaba bien, pero no cabe duda de que el gesto histórico de Gasco sitúa el asunto ya en otra dimensión. Es un pequeño paso para Pipper, pero un gran paso para la especie entera. Está al caer que en la Donostia dog friendly los fuegos artificiales se lancen con silenciador para no alterar a los canes, La Perla se reconvierta en spa perruno, el cañonazo lo prenda La Patrulla Canina y las heladerías patenten el helado de hueso, que ya estáis tardando.