Iñaki ZARATIEGI
Elkarrizketa
PAU DONÉS
MÚSICO

«La vida es una y ahora; vívela como si el mañana no existiera»

Ha rebasado los cincuenta años de vida y los veinte como rockero con Jarabe de Palo. Le pesa la farándula y los serios cánceres que ha sufrido y en enero se tomará un descanso y se dedicará a su hija adolescente. Sus reflexiones son un canto a la vida.

«Mi madre no tenía un hijo, tenía un mono y se dio cuenta de que la música me calmaba. Soy músico por ella. Para los 10 años tocaba bastante la guitarra». Fue la vocación del hiperactivo y disléxico Pau Donés Cirera y el escenario ha sido su vida: 20 años como Jarabe de Palo.

En 2017 dio 122 conciertos y este año unos 90. De fiesta en fiesta en verano y para otoño gira en salas y teatros. Cierra hoy Aste Nagusia donostiarra y regresará al Victoria Eugenia el 29 de noviembre, el 30 a la bilbaina Santana 27 y el 1 de diciembre al Zentral de Iruñea. Y ha anunciado que desde enero improvisará una etapa libre de compromisos escénicos. Es tan «espídico» que viviendo en Viella, valle de Arán, afirma que «Euskadi me cae cerca» y responde por teléfono mientras baja en furgoneta de su residencia pirenaica al aeropuerto barcelonés. La comunicación se corta a ratos y hace una parada para avituallarse, sin soltar el móvil.

Nació en la clínica del Pilar de Barcelona en 1966 y fue un chaval urbano, pero las biografías dicen que lo hizo en Montanui, aldea aragonesa de su padre en la Alta Ribagorça, muga de Huesca con Lleida.

Mi padre fue al seminario en Lérida e hizo Derecho, se empleó en un banco y se casó en Barcelona. Pero pasábamos mucho tiempo en el pueblo. Soy un bicho raro. Quiero a mi familia catalana, pero mi personalidad está ligada al pueblo: montañeses, todos a una, la honestidad, la importancia de la palabra dada...

Y el bicho acaba de escandalizar al españolismo

Soy medio catalán medio aragonés, no independentista pero sí muy nacionalista. Está clarísimo que Catalunya es una nación, como Euskadi, con idioma, cultura e idiosincrasia que les hace tener su propia identidad. Que en el siglo XXI haya presos políticos en España es de vergüenza.

Le echaron de varios colegios, pero se licenció en Económicas. Y fue sobre todo rockero, compaginándolo con lo que saliera: botones, camarero, promotor, modelo en anuncios...

Entonces no había ‘ninis’, o estudiabas o a currar. Te agarrabas a lo que surgiera. Acabé de ejecutivo de una agencia de publicidad. Me recibió la directora de cuentas: ‘Soy María Valverde, tu jefa. Tres cosas. Última vez que entras al despacho llamando, ¿no ves que está abierto? Vienes a currar, no te despistes. Y la principal: si te follas a una secretaria, te corto los huevos y de patitas a la calle’.

A los 15 años probó las primeras correrías musicales con su hermano batería Marc: Jay & Company Band. Después, Dentaduras Postizas. Se llamó también Palo Cantamañanas y por fin Jarabe de Palo. Llegó el disco de debut y en 1996 el sueño se hizo realidad por culpa de la cubana Alsoris Guzmán Morales, que le inspiró la canción “La flaca”, y por un recopilatorio editado por Ducados que disparó la tentadora melodía.

Había apostado por el rock latino y salió bingo

Nada que ver con lo que pretendía mi padre porque los cuatro hermanos nos dedicamos respectivamente a cineasta, cocinero, pastelera y músico. Él había pensado en juez, cura, militar e inspector de Hacienda. Aposté por el rock latino que aquí se valoraba poco. Y en 1999 me subí al Teatro Karl Marx de La Habana y actué con Compay Segundo. Compuse “Dos días en la vida” para Celia Cruz. Canté con Luciano Pavarotti en Módena y Celia se nos unió en “Guantanamera”. A Ricky Martin le escribí “Cambia la piel”. Carlos Santana eligió “La Flaca” como single de su disco “Corazón”…

Son 20 años plenos. Todo está en el balance de esta última época. El CD/DVD “Tour americano 14-15”. Disco, gira y libro “50 palos”. El pack recopilatorio “En la vida conocí mujer igual a La Flaca”. Y próximos disco con la Orquesta Filarmónica de Costa Rica y libro de canciones “100 letras”. 

La visita del «cangrejo»...

Fue en 2015, volvía de una gira internacional y al comer o beber me dolía la boca del estómago. Me descubrieron un oncogén BRAF. Dos operaciones en 24 días: fuera medio colon y medio hígado. Estrené garito: Hospital Universitario de la Vall d’Hebron. Con colegas no tan musicales: oncóloga, digestólogo endoscopista, cirujano colorrectal, cirujano hepático, radiólogo... Un descubrimiento humano, unos héroes. Di la cara de la forma más natural posible porque el cáncer no se merece que le temamos. Siempre recordaré la llamada de Lamari Chambao, que también lo tuvo: ‘¡Bienvenido al club de los cangrejos! Cuando te metan la medicación piensa que te entra un chorro de luz y vida’.

¿Una factura de la agitada farándula rockera?

Esa enfermedad le puede pasar a cualquiera y a mí me vino por la caña que me he dado, sí. El cuerpo se había quejado alguna vez, pero la cabeza no hizo ni puto caso. Pues ahora te paras por… Tengo cáncer como mucha otra gente e intento convivir con él [y paga en el bar su bocata de tortilla de queso y un agua de litro y medio: 5 euros]. 

¿Y la genética emocional? Porque perdió tempranamente a su madre Núria.

Era depresiva crónica y se suicidó a la semana de cumplir yo 16 años. Eso está ahí, sí, pero es muy difícil probarlo. Somos cuerpo y mente, pero manda la mente, que es un animal, nos puede hacer trastadas tremendas. La segunda enfermedad del mundo moderno es el cáncer, pero la primera es la depresión. Y viene el estrés. Así que a relajarse. Pero tras mucha quimio y un año ‘limpio’ el cangrejo estaba tan dormido que creía que me había curado y un escáner me avisó de otro tumor en el peritoneo, la membrana que cubre el interior del abdomen. Preparaba la vuelta para 2017 y le dije a mi oncóloga que quería seguir con mis planes. La ‘jefa’ me respondió que adelante, con cangrejo o quimio o sin ellos. 

«Un luchador», anunciaron las crónicas. Despedimos a los muertos con un «falleció tras una larga lucha contra la enfermedad». Se niega a eso

Es un concepto muy norteamericano, buen marketing para un país belicista. El cáncer es una enfermedad crónica con la que convives, como la diabetes, un reuma y muchas otras. Un ciego, un sordo… pueden vivir y ser felices, nosotros con cáncer también. Me cuido y procuro darle pocas oportunidades de que se manifieste. No soy un guerrero y menos contra mí mismo.

¿Consejos, entonces, al club del cangrejo?

Consejos no doy, pero recomiendo paciencia, la vida sigue y se puede vivir de modo apasionante. Yo tengo la música. La gira “50 palos” la empezamos en el Victoria Eugenia, tenía que tomar por primera vez la quimio posoperación y estuve dos horas en el camerino con hipo, náuseas… Salí, empecé a cantar “Mucho más, mucho mejor” y a medio tema se me empezaron a ir los males. La quimio no impide hacer cosas. Hay que pensar en la vida, no temer a la enfermedad.

No parece fácil ser tan positivo

Soy músico de vocación y me ha ayudado. No afronto el cáncer con optimismo sino con realismo. Siempre digo que le dedico 5 minutos y el resto a vivir. Ha habido momentos en los que le he tenido que dedicar más: me operaron durante 9 horas. Pero no pienso en ello. Puedes morir de cáncer o porque te la pegas con el coche. Y la enfermedad te pone las pilas: o haces esto o se acabó. Con lo del peritoneo me hablaron de quitarme todo el recto y ponerme bolsa. Le dije al cirujano: ‘Si me tienes que poner bolsa no me operes’. Me respondió: ‘La bolsa o la vida’. A partir de ahí, lo que te digan. Con cáncer también se vive y se puede vivir la mar de bien. Esta misma semana han muerto tres personas conocidas. No te quejes y disfruta. 

Tras la quimio descubrió las plantas medicinales de Josep Pàmies y plantó su propio huerto. ¿Una planta cura un cáncer?

Pàmies no dice eso, no es médico ni curandero; sabe mucho y las que me recomendó me han ido bien. No hice el cambio de una cosa por la otra, las combino. Los medicamentos salen de las plantas y la industria farmacéutica sintetiza sus principios activos para masificar la venta. No me hubiera tratado sólo con medicina alternativa, pero es fundamental para complementar la tradicional. Infusiones de ortiga, cardo mariano... Aloe vera y otras para el estómago... Me limpian, me preparan para la quimio y el aparato digestivo funciona mejor. 

Así que vivido lo vivido y llegado a los 50, parece oportuno un balance

¿Mi vida?, ¡un ‘vidón’! Nací con vocación de músico y hasta los 30 no pude dedicarme a ello. Después ha sido un lujo, momentos muy buenos y otros no tanto, pero dominando los primeros. Hemos currado mucho y el resultado ha sido estupendo. Y el cáncer me ha permitido disfrutar de la vida más que antes. Hasta me ha inspirado, como en la canción “Humo”. La vida es un regalo y no es tan complicada: o estás o no estás. 

Ahora ha decidido sacudirse temporalmente el mono del escenario

A partir del 1 de enero cuelgo la guitarra, cierro el estudio y me voy a Can Collons. Aunque más que un adiós es un hasta luego indefinido. No paro por el cáncer, sigo con la quimio, pero no tengo tumores. Tampoco por cansancio, ni porque ya no tenga nada que decir. Tengo que dejar esta vida de locos. Habrá una segunda etapa, no sé cuándo. Me paro, pero no me piro. 

Su hija Sara tiene 14 años. La lleva tatuada en una mano y en la otra AMOR. Quiere centrarse en ella

Le digo poco, que sea feliz. Siempre estoy fuera y casi me perdí su infancia; pretendo no perderme su adolescencia. Intento hacerle ver que el mundo no es hostil, que nos ofrece muchas oportunidades. Que se monte su vida, que nadie le diga cómo tiene que vivir. 

Y desvela planes

En abril viajaré al campo base del Everest de Nepal con mi oncólogo. Y me apetece un montón cruzar el Atlántico en vela. Me va la vela. Y amo el surf, aunque soy aún patoso. 

Todo un vitalista, aunque la muerte le rondó pronto, la de su madre. ¿Le ayudó esa experiencia a encararla?

Al lado de aquello el cáncer es un catarro mal curado. Seguro que me ayudó. Le pierdes el miedo y si no tienes miedo a morir el encontronazo con la enfermedad es menos traumático. Hay que ser valiente y yo la enfrenté, perdí la tontería de los 16 años. Con cáncer a lo peor te mueres, pero hasta morirte hay un abanico de posibilidades y yo llevo vivo dos años y medio. Seguro que no me moriré porque no quiero dejar sola a mi hija, lo que más quiero en el mundo. 

¡Pues le dieron por muerto durante un fin de semana!

Así fue, la noticia decía: ‘El cantante argentino Jarabe de Palo muere de paro cardíaco a las 7.30 de la tarde’. Había programado asistir a un concierto en Barcelona, entré y había una iluminación súper roja. Así que mandé un mensaje: ‘Estoy muerto, llego al infierno y hay un bolo de Level 42’. 

¿Uno se enfrenta a la muerte según ha vivido la vida?

Es lo que me dijo un radiólogo. Si has vivido bien, te toca morir y ya está. Si has vivido jodido, te irás pensando lo que no hiciste. La vida es una y ahora. Vívela como si el mañana no existiera, que de hecho no existe.