El pasado 1 de agosto ingresé en el Hospital de Basurto, en el edificio Iturrizar, para dar a luz a nuestros mellizos. Tras tener que pasar 6 días allí en planta y con uno de los pequeños 2 días en neonatos, no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer públicamente a todo el personal que me atendió esos días su dedicación ya que no pude despedirme de todo el mundo cuando nos dieron el alta.

Mi agradecimiento se extiende a pediatras, ginecólogas y en especial a todo el equipazo de planta (no pongo nombres para no dejarme a nadie): personal de enfermería, matronas, auxiliares de enfermería, celadores, personal de la limpieza. En una planta en la que las hormonas están a flor de piel y la sensibilidad se palpa en el ambiente, la gente que trabaja en ese edificio hace que las pacientes nos sintamos arropadas, cuidadas, escuchadas, aconsejadas, ayudadas. A cualquier hora del día o de la noche tenían una sonrisa, una palabra amable, un consejo reparador. Yo personalmente no tengo ninguna duda de que sin su ayuda mi deseo de dar lactancia materna no sé si hubiera sido posible, pero sí sé que hubiera sido mucho más complicado.

He hablado con otras amatxus sobre ello y he de decir que muchas compartimos la misma opinión.

Creo que como ciudadanos, en realidad, no nos damos cuenta de lo que tenemos en ese hospital. Todo es mejorable, por supuesto, pero en temas de salud, contar con profesionales con esa calidad humana es una enorme suerte, la verdad. Y tener semejante servicio público, un auténtico tesoro a mantener.

Una vez más, mil gracias a todo el equipo de Iturrizar de parte de Markel, Jon y su amatxu por ayudarnos tan bien esos primeros días de vida juntos.