Raimundo Fitero
DE REOJO

Vacas

En algún lugar de Galicia se ha emprendido una de las campañas que concentran todas las ideas de un nacionalismo integrador. Las identidades no solamente deben fomentarse a través de los hechos cultural o emocionales, sino por un acercamiento real, consistente, sin demagogias al paisaje y su paisanaje. Hacerse terrenales para hacerse perdurables y asumibles. Por eso, supongo que después de muchas deliberaciones y selecciones han decidido que allí habrán “pasos de vaca” sustituyendo a los famosos “pasos de cebra”. Y es cierto, no se ve en ninguna pradera una cebra, pero sí cientos de vacas. Me parece un acierto, algo a imitar. Una propuesta conciliadora entre tiempos modernos y tradición.

En Iberia debería tenderse a cambiarlos por “pasos de cerdo”, pero tengamos la descarada coyuntura provocadora en paz, porque a un cámara de TeleMadrid, creyendo que era de TV3, los ultras de Ciudadanos lo agredieron. Es lo que buscan desesperadamente: confrontación callejera. Es una obsesión y tras el posado de Zape Rivera cortando lazos como si inaugurara pantanos, todo queda encuadrado en una bien orquestada estrategia de la tensión y del despiste. Se trata de desenfocar la atención de lo sustancial. Y lo hacen los que los ponen y quienes los quitan. Algunos sueñan que llegará la república catalana con un lazo amarillo.

Un detalle, de las decenas de candidatos a presidir RTVE han quedado seleccionados diecisiete. ¿Solo dos mujeres? Los excluidos, ochenta y seis, pueden reclamar. Las causas, por falta de titulación requerida. Hasta aquí, se supone, es la parte objetiva. De aquí en adelante vienen las interpretaciones y las tendencias del jurado. La elección será mirada con todas las lupas de todos los colores y prejuicios. He visto 24H y no me ha dado vergüenza. Algo es algo. Y sigue la duda integral, ¿vacas, cebras o cerdos?