Carlos GIL
Analista cultural

Las variadas formas del plagio escénico

Hablan del supuesto plagio en las tesis doctorales y descubrimos que se utilizan programas informáticos para detectarlos. Las citas entrecomilladas y referenciadas no son plagio. He leído tesis sobre artes escénicas que tienen bastante más comillas, pies de página y bibliografía que ideas fuerza o propuestas sobre el asunto tratado. No son plagios, pero son documentos de copiones, de estudiosas que no aportan nada nuevo por mucho que en el título creen unas expectativas intrigantes. Son múltiples micro plagios consentidos.

Recuerdo que se condenó por plagio a un magnífico escritor por firmar la traducción de un texto de Shakespeare que parecía venía muy intertextualizado con el trabajo previo de otro gran escritor y traductor de alta calidad. Si mirásemos con los detectores de plagios todas las versiones de clásicos que firman autores, dramaturgas o directoras actuales, quizás aumentarían los plagios denunciables hasta números de plaga.

Detecto síntomas evidentes de plagios en numerosos montajes de clásicos versionados, de franquicias ocultas, copias de espectáculos de autores contemporáneos europeos o de coreografías vistas en otras partes. YouTube no me dejará mentir. Y no hay instrumentos para detectarlos.