M.I.
MADAME HYDE

La versión femenina del mito de R. L. Stevenson

E n lo que sí hay unanimidad entre la crítica a la hora de juzgar “Madame Hyde” es en que una vez más Isabelle Hupper es lo mejor de la película, motivo por el que en el festival de Locarno ganó el premio de Mejor Actriz. En cuanto a la autoría de Serge Bozon hay división de opiniones, porque su cine tiene defensores y detractores a partes iguales, ya que no está hecho para todos los gustos en su vocación siempre por resultar peculiar e inclasificable, como también lo vuelve a ser en esta ocasión. Bozon ya había dirigido a la Huppert sin tanta recpercusión en su anterior “Tip Top” (2013), aunque su trabajo más reconocido sigue siendo su ópera prima “Mods” (2002).

La versión que Bozon plantea del clásico literario de Robert Louis Stevenson es totalmente atípica, y nada tiene que ver con las adaptaciones del mito del Dr. Jekyll y Mr.Hyde al uso. A su protagonista femenina la bautiza como la profesora Géquil, la cual se transforma en Madame Hyde a resultas de un experimento de física durante una noche de tormenta en la que recibe la descarga eléctrica de un rayo. Como metáfora representa la dualidad inherente al sistema de educación, con la relación de amor-odio entre el profesorado y el alumnado, que para la protagonista pasa de la sumisión a la autoafirmación.