El precio del barril de Brent escaló ayer hasta un nuevo máximo en los últimos cuatro años, superando los 82 dólares. Tras repuntar casi un 1% con respecto al cierre de la jornada anterior, a primera hora el índice de referencia en Europa llegó a intercambiarse a 82,2 dólares en el mercado IPE de Londres. La cotización del West Texas Intermediate, de referencia para Estados Unidos, también registraba alzas, llegando a 72,6 dólares.

Estos niveles de precio en el barril de crudo no se veían desde noviembre de 2014. Posteriormente, el petróleo entró en una senda bajista que le llevó a situar su precio incluso por debajo de los 30 dólares el barril a principios de 2016.

No obstante, la tendencia alcista se prolonga desde hace meses, como lo refleja que el precio medio de setiembre de 2017 era de 56,15 dólares y en diciembre llegaba ya a los 64,37.

La OPEP no cede por ahora

Estas subidas vienen impulsadas por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no aumentar sus extracciones. En la reunión que mantuvieron este fin de semana en Argelia para examinar la evolución del pacto de recorte de la producción que lleva en vigor desde enero de 2017, los miembros de la OPEP y sus socios rechazaron la petición del presidente de EEUU, Donald Trump, de incrementar el bombeo de crudo para bajar los precios.

Las exigencias de Trump tienen poco sentido si se tiene en cuenta que otro factor que presiona al alza sobre los precios es la decisión de EEUU de sancionar las exportaciones de petróleo de Irán, amenazando con multar a aquellas compañías que mantengan relaciones comerciales con el Gobierno de Teherán, ya que los inversores temen que esto provoque una reducción de la oferta de “oro negro” en el mercado mundial.

Ese sentimiento se ha visto reforzado ante la incapacidad de la OPEP y sus socios de indicar claramente si aumentarán su bombeo una vez que las sanciones estadounidenses entren en vigor en noviembre, tal como señalaron a AFP los analistas de Schneider Electric.

En este contexto, la noche del lunes, en una rueda de prensa en la sede de la ONU en Nueva York junto al ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogheriniha, anunció que el bloque europeo creará una entidad legal para facilitar sus «legítimas transacciones financieras con Irán», incluidas las relativas al petróleo.

Nortegas inaugura su planta de GNL en Bastida

La compañía Nortegas ha invertido 812.000 euros en la transformación de su antigua planta de propano en el municipio de Bastida para suministrar gas natural licuado (GNL). La nueva instalación tendrá capacidad para dar servicio a 1.515 clientes potenciales de la localidad alavesa, entre particulares, comercios e industrias.

Nortegas (antes Naturgas) adquirió en 2016 un total de 82.000 puntos de suministro de gas licuado del petróleo (propano) a Repsol en Euskal Herria, Cantabria y Asturias. El proyecto de Bastida se enmarca también en la iniciativa que lleva a cabo para acercar el suministro de gas natural a núcleos de población alejados de las redes de distribución principales.

En su intervención durante el acto inaugural, el presidente de Nortegas, Alejandro Legarda, destacó que la llegada del gas natural a esta planta, que comenzó a suministrarse a finales de julio, «ha puesto fin a muchos años de espera de esta demanda que venía realizándose tanto desde los hogares como desde los comercios e industrias de Labastida». Hasta la fecha, existen 760 hogares y 15 negocios que reciben el suministro, con un consumo total de 266.700 kilowatios/hora, tal como recogió la agencia Europa Press.

Por su parte, el viceconsejero de Industria, Javier Zarraonaindia, subrayó que el 90% de los hogares de la CAV tiene acceso a este tipo de energía. En este contexto, anunció la implantación de un proyecto fotovoltaico en el polígono de Arasur, que va a suponer duplicar la capacidad que tiene la CAV en este tipo de energía y, según manifestó, «en ese proceso el gas natural nos va a acompañar para darnos soporte, porque ambos modelos de energía son compatibles». GARA