M. Gotxi, S. Jiménez, A. Vadillo, N. Yarritu, U. Yarritu / Gazte Abonoa
RUGIDOS ROJIBLANCOS

Athletic gu gara?

Día de partido en San Mamés. Nervios desde por la mañana. Ganas. Ilusión. Incertidumbre. Así es como arranca la previa de un partido. Salimos de casa dos horas antes con el bocata recién hecho y el cuerpo caliente. El aparcamiento, un suplicio. Pero, a pesar de ello, predomina el color rojiblanco de camino a la Catedral. Antes de entrar, lo de siempre, un kalimotxo con hielos aunque el xirimiri y el frío se apoderen de Bilbo. No faltan los comentarios sobre jugadores, entrenador, directiva, alineación... Y llega la hora de entrar al campo. Todas las sensaciones que teníamos previamente aumentan. Suena el himno, piel de gallina, bufandas al aire. Y después... silencio. Solamente se escucha el mismo córner de siempre dejándose la voz. Sin apoyo. ¿Dónde se ha quedado el alma del antiguo San Mamés? Es la pregunta que nos hacemos mientras sentimos todas las miradas sobre nosotras cuando intentamos alentar al equipo desde nuestro bloque. Una vez que los jugadores abandonan el campo, nosotras emprendemos el viaje a casa. Haciendo un análisis de lo que hemos sentido. Últimamente, los sentimientos son los mismos: tristeza y pena. Y no podemos evitar envidiar a equipos vecinos como el Alavés con Iraultza 1921 y la Real Sociedad con el mejor fichaje que ha hecho este año, Aitor Zabaleta Harmaila, en uno de los fondos detrás de la portería de Anoeta. O fijarnos en otros equipos de La Liga como el Sevilla o el Betis. Y un poco más lejos el Borussia Dortmund en Alemania o el Manchester United en Inglaterra. Nuestra conversación termina con una conjunta conclusión: un equipo no es nada sin su afición. En un deporte en el que cada vez predomina más el dinero y el negocio, las directivas de los clubes no pueden olvidar que la afición es esencial para los jugadores porque estos, antes de ser profesionales son personas y, «anímame cuando menos lo merezca que será cuando más lo necesite». Y no te vayas del campo antes de tiempo. Una grada de animación grande en un fondo levanta a jugadores y a todo el estadio.