Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
Obras en la «Y» vasca

El noveno muerto en el TAV trabajaba en una subcontrata de otra subcontrata

El trabajador de 30 años que el martes murió en el túnel de Aduna del TAV estaba empleado por una empresa subcontratada por otra empresa que a la vez estaba subcontratada por la UTE adjudicataria de la obra.

El trabajador A.B., de 30 años de edad y residente en Getaria, es el noveno muerto conocido en las obras de la «Y vasca». Según explicó ELA, el fallecido conducía un camión hormigonera para la empresa Tecnolevers and Mobile Cranes, subcontratada por Comercial Urratz, que a su vez había sido subcontratada por la UTE Aduna.

El tramo en el que se produjo la muerte es el de Zizurkil-Andoain, en el que se perfora un túnel de 4718,50 metros. La obra está adjudicada a la UTE Aduna, constituida por las empresas Dragados, Amenabar, Comsa, Leza e Isolux Corsan Corviam. En la actualidad, se está acometiendo el hormigonado de la base del túnel y las zapatas, para lo que la UTE ha subcontratado Comercial Urratz. Como ésta no dispone de los camiones hormigonera suficientes, subcontrató a su vez a la empresa riojana Tecnolevers and Mobile Cranes, para la que trabajaba el obrero fallecido.

Las circunstancias en las que se produjo la muerte en el interior del túnel Aduna están siendo investigadas, porque al parecer nadie vio exactamente lo ocurrido. Según informaron a este diario desde ELA, en el lugar del accidente estaban trabajando la tarde del martes cuatro camiones hormigonera en trayectos de ida y vuelta dentro del túnel. Además había también varios trabajadores, lo que supone que en un espacio muy pequeño había camiones, «mucha gente, mucho ruido y poca luz».

En un momento dos de los camiones estacionaron uno frente a otro y parece ser que sus conductores se bajaron para realizar alguna otra tarea. Uno de ellos no debió frenarse suficientemente hasta el punto de que ambos chocaron.

Fue al echar marcha atrás una de las dos hormigoneras cuando encontraron tendido en el suelo al trabajador A.B., que hay que investigar si falleció atrapado entre los dos vehículos o como consecuencia de una caída.

Segundo fallecido en diez días

El del martes en Zizurkil es el segundo trabajador del TAV muerto en diez días. El 22 de setiembre, sábado, falleció en Zornotza un hombre de 46 años, que se sintió indispuesto al finalizar su jornada laboral. Los médicos no lograron salvarle la vida.

Empleado de Hierros Sancho, la dirección de la obra quiso hablar de una muerte natural, aunque desde los sindicatos se hace mención a las altas temperaturas con las que se estaba trabajando en esos días. Incluso en algún caso se ha puesto en duda que hubiera terminado su jornada laboral, puesto que en esta obra son habituales que los horarios de trabajo se alarguen más allá de lo razonable.

Nueve muertos en la «Y vasca»

La del martes en Zizurkil es la novena muerte conocida en la construcción de la llamada «Y vasca» desde 2008. Hasta estas semanas, el último accidente mortal se había producido en agosto de 2013. Por eso llama la atención que cinco años después, en apenas dos semanas, se haya producido el fallecimiento de dos obreros.

Además de solicitar la paralización de las obras del TAV, LAB exigió ayer que «se investiguen las causas de la muerte de este trabajador y sus condiciones, ritmos de trabajo y condiciones de subcontratación». El sindicato recuerda que tras cada pérdida de salud «las causas principales son unas malas condiciones de trabajo, la precariedad, la subcontratación en cadena y la temporalidad».

ELA denunció que el accidente de Zizurkil se produjo en «una situación de absoluta precariedad y ausencia total de medidas de seguridad». El sindicato demanda que se controlen las «prácticas abusivas» en las obras del TAV.

UGT reclamó «una mayor labor de inspección» en las obras de la llamada “Y vasca”, al igual que CCOO. Este sindicato anunció una concentración hoy a las 11.30 a la entrada de la obra del tramo de Zizurkil.

Los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e HIRU llevarán su protesta a las 18.00 ante la sede del Gobierno Vasco en Donostia, en Alderdi Eder.

También las Juntas Generales de Gipuzkoa hicieron pública una declaración institucional mostrando su pesar por la muerte, un escrito que hizo luego suyo el Ayuntamiento de Andoain.

 

Los siete accidentes mortales hasta este año

26 de agosto de 2013

Le aplastó un compresor que no debía remolcar

El trabajador madrileño José María Castillo Alonso murió aplastado por un compresor de 6,5 toneladas que nunca debió remolcar con la maquina perforadora que conducía. Sin embargo, era la forma habitual de bajar el compresor desde el punto de trabajo hasta donde pudiera ser cargado por un camión. El operario perdió el control de la perforadora mientras descendía una cuesta, se salió de la vía, chocó y la perforadora giró bruscamente, al igual que el compresor que remolcaba, que atropelló al trabajador que se encontraba ya en el suelo. Las instrucciones estaban en alemán.

11 de agosto de 2010

El encofrado se montó bajo una línea de media tensión

Un trabajador portugués de una subcontrata murió electrocutado, cuando la grúa a cuyo cable iba a enganchar unas losas de dos metros tocó una línea eléctrica de media tensión que el gruista desconocía que existiera y parece que no había visto. Osalan dijo que el método de trabajo era inadecuado. La mesa de encofrado se había montado debajo de la perpendicular de una línea eléctrica de media tensión y los riesgos de contacto eléctrico no se habían evaluado. La línea tampoco estaba señalizada ni el gruista fue informado de su existencia. Pudo verse deslumbrado por el sol.

8 de marzo de 2011

Muere de un infarto mientras conducía un camión

Una hombre de 46 años de edad que trabajaba en las obras de la llamada «Y vasca» murió en Antzuola cuando se encontraba al volante de su camión. La víctima no respondió a las maniobras de reanimación efectuadas por los sanitarios desplazados al lugar. La noticia y la relación del fallecimiento con las obras del TAV tardó unos días en hacerse pública. La muerte de este trabajador no figura en el informe que en su día Osalan remitió al Parlamento a petición de EH Bildu y de donde están extraídos los datos del resto de accidentes mortales que figuran en estas páginas.

9 de diciembre de 2010

Destruían explosivos tirándolos al fuego desde seis metros

El ucraniano Mykola Eyschenkyy resultó muerto y su compañero búlgaro Dragomiv Yordanov gravemente herido, por la explosión de unos cartuchos sobrantes empleados en el túnel de Albertia, que les hacían destruir lanzándolos uno a uno a la hoguera desde seis metros. El herido declaró que «la destrucción de explosivos se hacía siempre igual» y que nunca «hubo ningún superior que les dijera que no se hacía así». Los trabajadores no tenían titulación para hacer ese trabajo y la empresa Hergon ni estaba habilitada para ello ni tenía contratados los seguros necesarios.

14 de julio de 2008

Aplastado trabajando de forma incorrecta y sin supervisión

El primer fallecido en las obras del TAV fue el obrero rumano Florián Popa, aplastado por una pieza metálica de encofrado de gran tonelaje. Ocurrió en el tamo de Luko en Araba. Según en análisis realizado por Osalan, el plan de seguridad de las obras no recogía cómo trabajar con esas piezas metálicas. Ese día, el obrero lo estuvo haciendo de manera incorrecta durante una hora sin supervisión y sin la presencia necesaria de la grúa y elementos de apuntalamiento. La empresa alegó en su momento que el encargado trasmitió las instrucciones a pie de obra.

12 de julio de 2012

Estaba subido a la pieza que lo aplastó y no a un elevador

Antonio Álvarez Rodríguez, trabajador natural de Zamora, de 55 años de edad, murió aplastado por una pieza de hormigón de 11.15 toneladas de peso. Se trataba de una pieza prefabricada para la ejecución de la boca norte del túnel de Atxetarri, con unas dimensiones de 4,9 metros de altura, 2,5 metros de anchura y 0,35 metros de espesor. El desplome de las piezas hizo que el obrero, que se encontraba sobre una de ellas, quedara atrapado entre ésta y el terreno. El obrero fallecido no debía estar sobre las piezas, sino subido a un elevador o un andamio y asegurado con un arnés.

6 de setiembre de 2011

Trabajo nocturno y durmiendo dentro del camión

Un trabajador portugués de 50 años murió cuando su dúmper articulado parado sobre un vial con una pendiente del 15%, comenzó a descender sin luces y aparentemente sin control, hasta chocar con unas protecciones de hormigón que rompió precipitándose por un talud de pendiente muy elevada en el barrio Aldaba Txiki de Tolosa. Osalan criticó que los turnos de trabajo impuestos y que es una labor monótona, solitaria y nocturna, y que durante su jornada los obreros «pasan mucho tiempo dormidos dentro de la cabina sin apenas tiempo desde el despertar».