C omo quiera que las películas de superhéroes muestran ya claros síntomas de agotamiento próximo a la extinción, la industria de Hollywood propone a modo de falsa alternativa las películas de supervillanos. En realidad, si Sony se ha decantado por dicha opción se debe a que tiene menos margen de maniobra que otros estudios, en cuanto que de Marvel posee el contrato de la franquicia “Spider-Man”, y por eso piensa ir dedicando películas a todos cuantos han hecho de némesis del Hombre-Araña y se han enfrentado a él en alguna de sus aventuras. En concreto, Venom hizo acto de presencia en “Spider-Man 3” (2007), interpretado por Topher Grace. Al convertirse en máximo protagonista de su propia película han tenido que pensar en un actor del más alto nivel, decantándose por el mejor de todos en estas lides, y la crítica, como no podía ser de otra forma, ha destacado de “Venom” (2018) la actuación del británico Tom Hardy.

No hay que olvidar que Venom tiene un alter ego humano, que es el del periodista Eddie Brock, quien es poseído por un simbionte alienígena cuando investiga los experimentos de la Fundación Vida. El bicho, por llamarlo de alguna manera, se mete en el cuerpo y la mente del reportero y se transforma en algo parecido al luchador irlandés Conor McGregor.