BENGOETXEA VI 22

URRUTIKOETXEA 14

Oinatz Bengoetxea es un pelotari curtido en mil batallas que nunca ha dicho una palabra más alta que otra a pesar de quedar fuera de las ferias estivales más importantes de este año sin que nadie lo haya entendido. Para ello, para hablar, ya tiene sus manos y las canchas de pelota. En el Jaian Jai de Lekunberri, con un juego inteligente, de mucha calidad y muy veloz, derrotó a un Urrutikoetxea que sigue buscando su mejor nivel y que ayer dio un paso más en ese proceso de adaptación tras superar una mononucleosis.

La cancha rápida del Jaian Jai fue el escenario perfecto para ver un auténtico partidazo entre dos pelotaris a los que les gusta imprimir mucha velocidad e intensidad al juego. Oinatz, con tantos de gran belleza y una pequeña polémica sin importancia de por medio –molestó a Urrutikoetxea en una jugada que fue para el navarro–, se puso 7-1 en un visto y no visto.

Pero el vizcaino se repuso haciendo mucho daño con el saque –aunque Oinatz se adelantó en alguna ocasión para contrarrestarlo–, hasta tal punto que logró empatar en el 8-8 tras un tantazo. Bengoetxea VI se defendió a las mil maravillas pero no pudo hacer nada ante las dos paredes de volea de Urrutikoetxea. El encuentro se endureció, pero los pelotazales reunidos en Lekunberri también pudieron ver obras de arte, como el 10-9 para Oinatz con una dejada de aire con su zurda al txoko.

En el 15-12 “Urruti” pidió asistencia médica al sufrir un golpe en el dedo meñique de su mano izquierda y, aunque posteriormente admitió que «eso no ha sido excusa para la derrota», lo cierto es que solo pudo hacer dos tantos más –uno de ellos tras error de su rival–, mientras Oinatz cerraba su obra de arte con un ganchazo al ancho.

«Partida ‘earra’» fue el resumen del delantero de Leitza a su gran encuentro. Ahora le espera Retegi Bi el día 22 en Tolosa.