Agustín GOIKOETXEA

«NADIE PENSABA QUE ÍBAMOS A LLEGAR HASTA AQUÍ. ES UNA PEQUEñA VICTORIA»

LA EMOCIÓN EMBARGÓ A QUIENES EN LOS ÚLTIMOS SEIS AñOS Y MEDIO HAN TRATADO DE QUE SE DEPUREN RESPONSABILIDADES POR LA MUERTE DE IñIGO CABACAS. FAMILIARES Y AMIGOS, ESPECIALMENTE SU PADRE Y SU MADRE, AGRADECIERON AYER EL APOYO SOCIAL. EL INICIO DEL JUICIO «ES UNA VICTORIA IMPORTANTE», SEñALARON A LAS PUERTAS DEL PALACIO DE JUSTICIA.

El sol no había salido aún cuando decenas de personas demandaban justicia para Iñigo Cabacas ante la Audiencia de Bizkaia, en Bilbo, donde ayer se inició el juicio contra seis ertzainas implicados en la muerte del joven aficionado del Athletic. Entre ellos, Manu Cabacas y Fina Liceranzu, que agradecieron el apoyo recibido en la dura batalla por sentar en el banquillo a los responsables del operativo policial que acabó con la vida de su único hijo.

«Nadie pensaba que íbamos a llegar hasta aquí y, gracias a la presión social y a la abogada, hemos podido llegar», manifestó el padre, quien denunció el «abandono» que han sentido por parte de las instituciones en la trompicada investigación. A su lado, rodeados de cámaras y micrófonos de medios de comunicación, su esposa, muy nerviosa, asentía al escuchar sus palabras. «No sé qué pasará con mi corazón, no sé si aguantaré. Sé que es muy largo, que van mentir, pero, por Iñigo», subrayó con lágrimas en los ojos.

Antes, Cabacas confesó que aún le quedaba un hilo de esperanza. «Espero justicia y que algún rayo de sensatez divina llegue para que consigamos justicia. No puede ser que todo lo tengamos en contra desde el principio», enfatizó. Advirtió del papel jugado por la Fiscalía, «que no ha visto nunca nada». «Es normal que no haya visto nada porque ha estado ausente», denunció, calificando de «vergonzosa» esa actitud.

Un gran interrogante para los Cabacas Liceranzu, pero también para gran parte de la sociedad vasca, es por qué no es juzgado quien dio las órdenes de intervenir aquella noche. «Nunca he entendido cómo el inductor de la muerte de Iñigo puede estar libre. Que no esté imputado, para mí, es inconcebible», afirmó.

Familia, abogada y amigos se dirigieron desde Jardines de Albia hasta la entrada de la sede judicial en la calle Barroeta Aldamar, arropados por decenas de personas coreando insistentemente «Justizia Iñigorentzat». A las puertas de los juzgados, la letrada Jone Goirizelaia abogó por hacer justicia y lograr destapar el «manto de impunidad» que ha rodeado el caso.

«Hay pruebas periciales, hay videos y diferentes medios probatorios para llegar a las conclusiones penales. Lo vamos a intentar, pero tampoco es un impedimento para la sentencia condenatoria quién o quiénes dispararon», expuso. Respecto a la posición de la Fiscalía, Goirizelaia dijo que, en el transcurso de la vista, hay posibilidad de que modifique sus conclusiones. «Esperemos que, si ve lo mismo que hemos visto nosotros, llegado ese momento, cambie de postura», añadió.

A continuación, se dirigieron a la sala de vistas mientras, en el exterior, Koldo Gutiérrez y Eneritz Zabala volvieron a agradecer las muestras de solidaridad. Gutiérrez, emocionado, enfatizó que la celebración del juicio ya es «una pequeña victoria».

Destacó que lo importante es saber qué pasó, así como reparar a la familia, a la que «se le ha tirado como una colilla». Además, esperan lograr la seguridad de que hechos similares no vuelvan a repetirse y que se haga justicia, para que los responsables de la muerte de su amigo «paguen por ello».