La derecha política y mediática (PSN incluido) anda revuelta con su última polémica. En esta ocasión claman por la devolución retroactiva de lo retenido por IRPF por permisos de maternidad a sabiendas de que es imposible porque estos mismos partidos aprobaron una ley que eliminaba las deducciones. Sí, quienes quitaron las deducciones ahora quieren que se devuelvan. Y me da que lo que menos les importa son los derechos de las madres que fueron perjudicadas por su afán recaudatorio en época de vacas flacas.

Puede ser comprensible que las madres navarras que fueron perjudicadas por esta decisión de UPN, PSN y PP hayan visto un rayo de esperanza en la sentencia del Supremo que anulaba la eliminación de los beneficios fiscales del Ministerio de Hacienda. Pero Nafarroa es otro sistema y tiene una ley aprobada por el Régimen que no ha sido cuestionada en los tribunales. Debe ser de las pocas. Lo que ya no es tan comprensible es que quienes suspendieron esas bonificaciones (UPN, PSN y PP, no lo olvidemos) hayan corrido, con la intención de desgastar al cuatripartito, a apoyar la manifestación convocada por estas madres.

Tras la manifestación de la txistorra y la organizada contra la normalización del euskara, se suman a esta, que llama a dejar sonajeros a las puerta del Parlamento.

La lehendakari Uxue Barkos ha llamado cínicos a los partidos de la oposición. No es para menos teniendo en cuenta que UPN, PSN y PP están pidiendo algo que saben que es imposible, que el Gobierno prevarique y que no cumpla una ley que ellos aprobaron.