Arnaitz GORRITI
BALONCESTO Liga ACB

Gipuzkoa Basket se estrena cuando menos se espera

Los donostiarras rompieron el partido con un parcial de 26-5 a partir del tercer cuarto en un Illunbe vacío.

DELTECO GBC 74

GRAN CANARIA 63

 

La afluencia de gente a Illunbe va bajando de a poco. Si frente a Iberostar Tenerife acudieron 1.798 valientes, los que fueron a ver a Delteco Gipuzkoa Basket frente a Herbalife Gran Canaria no pasaron de 1.749 –no es la peor entrada que, oficialmente, ha registrado el pabellón, con todo–. La tarde desapacible, el emplazamiento de una plaza de toros inhóspita por definición, y un equipo que arrancaba la jornada con un balance de 0-5 no invitaban a atraer a las masas, desde luego.

Y tuvo que ser en estas circunstancias tan penosas cuando llegara el primer triunfo de la temporada de los pupilos de Sergio Valdeolmillos. Un Valdeolmillos al que le salieron a la perfección sus planes, incluso su apuesta por Gaizka Maiza como segundo base en detrimento de un Jorge Gutiérrez que vivió la mayor parte del partido en el banquillo, incluyendo el despegue de los suyos mediado el tercer cuarto. Nadie, ni el más optimista hubiera imaginado que se hubiera podido pasar de un 42-43 adverso, después de llegar al descanso con un 34-33 para GBC. Fue un parcial de 26-5, hasta situar el marcador en un irreal 68-48 a menos de medio cuarto para terminar.

Es posible que Herbalife Gran Canaria acusase la paliza que les supuso su partido ante el CSKA de Moscú más el viaje desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Donostia. Pero nadie, insistimos, hubiera imaginado que el cuadro donostiarra encontrara por fin una sucesión de ataques y defensas tan positiva que le sirviera para romper el partido.

El base ante todo

Como el éxito está tan plagado de padres como huérfano es el fracaso, digamos que Dani Pérez fue el ejecutor de los planes de su entrenador. El base catalán guió con maestría a un GBC en el que Nevels y Sekulic fueron los máximos anotadores, pero no los mejores.

El juego de dos contra dos de Pérez desequilibró la balanza –hasta Barro brilló–, que ni la reacción final del Gran Canaria evitó el triunfo local.