Como si de una conocida obra de Broadway se tratase, Velimir Perasovic reestrena esta tarde a partir de las 17.00 en el Buesa Arena. El rival no es otro que un Herbalife Gran Canaria que, en su primera campaña tratando de combinar la Liga ACB y la Euroliga, llega en cierto estado depresivo –con un balance de 2-6 en la competición doméstica–, amén de las bajas de Luke Fischer y Nelson. Por contra, llega de haber derrotado al Maccabi el viernes –tiene un balance de 2-5, igual que los gateiztarras–, con el dominicano Eulis Báez como MVP de la jornada.

En Gasteiz, al paso de las horas han ido asomando a la luz supuestas desavenencias entre Josean Kerejeta y Pedro Martínez a la hora de confeccionar el plantel, lo cual ha ido minando la confianza entre club y técnico y que ha acabado como todo el mundo sabe. Asimismo, sorprendió la reacción de un entrenador como Saras Jasikevicius, que definió al barcelonés como «un técnico increíble al que adoro estudiar», al tiempo que denunció que «los dueños no tienen paciencia. Nuestra profesión es cruel y lo sabemos».

Sea como fuere, el cambio en el banquillo es ya un hecho y Perasovic, que ayer pudo entrenar por primera vez a su nueva plantilla –solo Tornike Shengelia e Ilimane Diop se mantienen de la campaña 2015/16–, tendrá que ir introduciendo los cambios que crea precisos, aunque casi no tendrá tiempo material. Primero tendrá que hacer frente al envite de esta tarde, el miércoles espera un partido dificilísimo en la cancha de Armani Milano –donde milita un expupilo suyo como Mike James– para recibir el viernes la peligrosa visita de un Panathinaikos que tampoco está sobrado de triunfos mientras que su presidente, el señor Giannakopoulos, va coleccionando multas y sanciones.

De cara al partido de esta tarde, Perasovic aún mantiene la baja de Jayson Granger, lo que además impide convocar a Penava, a cuenta de la reglamentación de cupos de la competición doméstica.