KIROLBET BASKONIA 100

BREOGÁN 78

Kirolbet Baskonia vapuleó al Breogán de Lugo sin llegar a ofrecer, ni de lejos, su mejor versión. El 13 de 21 en triples compensó los 14 tiros libres fallados –19 de 33– y repartió 23 asistencias para que los 11 jugadores que saltaron a la cancha anotasen al menos una canasta –Perasovic indicó que Penava no jugó porque se volvió a torcer un tobillo anteriormente lastimado y le dolía–.

Ahora el Baskonia se va a conocer mundo, ya que en semana y media no regresa a casa. Mañana parte hacia Tel Aviv; de tierras asiáticas dará un salto hasta Tenerife para acabar la gira el martes 18 en la cancha del Gran Canaria, y retornar a casa para jugar el día 20 ante el Barça.

El partido no tuvo color ni cuando Sergi Vidal anotó el 0-2, ni siquiera cuando el cuadro lucense se arrimó a cinco puntos 45-40, en el arranque del tercer cuarto tras endosar un parcial de 2-12 a los gasteiztarras. Que la victoria se iba a quedar en casa era tan obvio que hasta la afluencia de espectadores –7.612 según el club gasteiztarra– contrastaba sobremanera con la tensión y el ambientazo del viernes ante el CSKA de Moscú.

«Para no tener problemas, hicimos una buena defensa en la primera mitad, con lo que pudimos conseguir bastantes canastas a la contra e irnos 15 puntos arriba al descanso», dijo Perasovic tras el encuentro. Salvo el control del rebote –Breogán capturó 11 rechaces en la canasta gasteiztarra–, el encuentro fue muy sencillo. Así, Poirier solo dispuso de 11 minutos, en buena medida porque Ilimane Diop, que anotó 20 tantos y valoró 25, evitó que el pívot francés tuviera que jugar. Voigtmann, en cambio, estuvo más flojito, al punto de que hubo algún que otro pito por su actitud tan fría.

Sea como fuere, el partido siempre estuvo bajo control. Sin hacer nada del otro mundo, Kirolbet Baskonia ganaba 43-28 al descanso, y aunque encajó el citado parcial de 2-12, entre Shengelia, Diop y Hilliard enderezaron rápidamente la situación. Los gasteiztarras se llevaron los cuatro parciales, jugando tras el descanso con el conjunto galaico a meter una canasta más, aunque descuidando la defensa.

El hijo pródigo

El partido de ayer tenía a otros protagonistas. Sergi Vidal, por ejemplo. El badalonés mostró una sensación poco menos que de despedida, ya que se vio menos eléctrico que en sus mejores días. Los jugadores más incidentes del Breogán no eran otros que el base Cvetkovic, el pívot Jerome Jordan y el escolta ex de Bilbao Basket Lucio Redivo.

Y luego estaba el cuerpo técnico. El segundo entrenador, Óscar Lata, ejerció de local como ayudante de Sito Alonso, pero Natxo Lezkano regresaba por primera vez desde su marcha del Baskonia por la puerta de atrás en 2007. Después de 11 años y mil aventuras por la LEB Plata y Oro, por México y como seleccionador de Costa de Marfil, el portugalujo retornó como primer entrenador al Buesa Arena, y fue recibido por los aficionados como el hijo pródigo.

«Es la primera vez que venía aquí y era un partido especial para mí. Este fue mi primer club a nivel profesional, el que me dio la oportunidad y al que le tendré cariño siempre», reconoció el propio Natxo Lezkano, que ayer volvió a su casa.