Macron no logra suturar la herida y la oposición decide subirse a la ola
Mientras Emmanuel Macron se reunía en el Elíseo con representantes del las grandes entidades financieras del Estado francés, la mayoría de la sociedad expresaba su decepción con el discurso que armó el lunes para aplacar la revuelta de los «chalecos amarillos». En la Asamblea, los partidos de izquierda han presentado una moción de censura.

Quizá el discurso que Emmanuel Macron hizo el lunes en prime time televisivo hubiera tenido efecto hace un mes, pero después de semanas de movilización –y represión– y con una agenda cada vez más definida y social, las palabras del presidente no lograron aplacar el ánimo insurreccional que se vive en el conjunto del Estado francés.
Así se desprende de las reacciones habidas minutos después de la alocución y ayer un sondeo publicado por “Le Figaro” revelaba que el jefe del Estado no convenció a seis de cada diez ciudadanos. Un porcentaje parecido, el 54%, estima que las protestas deben continuar, aunque el apoyo a los «chalecos amarillos» sería una decena de puntos menor al de otro sondeo publicado el 22 de noviembre.
France-Presse, por su parte, pulsó la opinión de varios integrantes de este movimiento, que coincidieron en declararse «decepcionados» por la alocución del presidente. «No queremos sus migajas, queremos compartir la baguette de manera equitativa», resumía Jonathan, vecino de Commercy, en el nordeste del Estado francés. Se lamentaba de que Macron, que ayer mismo se reunió con los líderes de las principales entidades financieras francesas, «no ha anunciado nada sobre la redistribución de la riqueza», un elemento que ha cobrado relevancia en las demandas de un colectivo que critica una política fiscal obsequiosa con los ricos.
Vicent Bru, en Mediabask
Por contra, desde las filas del propio Macron, el exalcalde de Kanbo y diputado de LREM Vicent Bru valoró en declaraciones a Mediabask que el inquilino del Palacio del Elíseo «ha acelerado los pasos que preveía dar en favor del poder adquisitivo a lo largo de su mandato, para responder al estado de urgencia social». «Es cierto que las medidas no cubren a todos los trabajadores ni responden a todas las demandas que se expresan en las calles, que son muy variadas», admitió, pero opuso asimismo que «los manifestantes no son quienes deciden las medidas que adopta el presidente, al que asiste una legitimidad democrática que emana de las urnas». Del mismo modo, el diputado centrista declaró que, si bien «es cierto que habrá que hacer un desembolso de 10.000 millones y que ello elevará el déficit por encima del techo del 3%», Bruselas «debe tener en cuenta que estamos ante una situación excepcional y que esa superación del déficit afectará solo a un año».
Con estas palabras, Bru vendría a admitir que estamos ante medidas puntuales, con la mira puesta en el próximo ejercicio, sin ir más allá y sin perspectiva de consolidar derechos.
Tras la intervención nocturna de Macron, ayer fue el primer ministro, Edouard Philippe, quien defendió las medidas esbozadas la víspera, cuya viabilidad sostuvo en una comparecencia en la Asamblea Nacional. «El presidente de la República ha escuchado la ira que se expresa y ha proporcionado las respuestas necesarias», expuso.
Aseguró que el Ejecutivo tiene la voluntad de aplicarlas cuanto antes para incrementar el poder adquisitivo, aunque advirtió de que «esto tendrá forzosamente consecuencias en términos de déficit en 2019». «Debemos velar para que el gasto público sea controlado, tomar medidas para no aumentarlo», insistió. El jefe de Gobierno también denunció las amenazas contra los cargos electos, incluidos los parlamentarios de LREM. «Es muy grave», reprochó, pidiendo que este «giro perturbador» del debate público no se asiente, y avisó: «No creáis que los anuncios de ayer frenan la voluntad de reformar el país».
Moción de censura
Y mientras en la calle las palabras de Macron no han conseguido aplacar los ánimos de los «chalecos amarillos», en el ámbito institucional los partidos de izquierda, a rebufo de esta movilización de marcado carácter popular, presentaron ayer una moción de censura contra el Ejecutivo por su gestión de la crisis y para hacer escuchar sus propias propuestas. «El vínculo de confianza entre nuestra población y el Gobierno está roto y no vemos ninguna posibilidad de que este último retome esta relación. El divorcio está firmado, hay que cambiar de rumbo», indica el texto apoyado por el Partido Socialista, el Partido Comunista y La Francia Insumisa.
En la moción, que es imposible que salga adelante dada la holgada mayoría de LREM, sus promotores sostienen que es su deber «encontrar una salida política a la crisis actual y mostrar que existe otra vía», y critican que los anuncios de Macron no son «justos ni responsables» y no tienen capacidad de «responder a la ira y a las reivindicaciones de los franceses». «Otras opciones son posibles, más justas y eficaces. La población pide principalmente que cese la injusticia fiscal», añade ese texto, que subraya que, aunque el aumento de la tasa sobre el carburante cristalizó esa rabia, esta es reflejo «de un malestar más profundo del que son víctima quienes viven de su trabajo».
Los firmantes creen que la ecología no puede servir de pretexto para «agravar las desigualdades» e insisten en que la anulación de ese impuesto «no puede ser compensado por nuevas restricciones presupuestarias».
Los diputados deberán votar la iniciativa al menos 48 horas después de su presentación.
Mientras tanto, en Commercy a las 17.30 comenzaba una nueva asamblea. «Hacemos un balance del día y decidimos qué hacer, siempre a mano alzada. No hay jerarquía, queremos involucrar a todos », explicaba René, un maestro jubilado de 73 años. «No queremos representantes o un sistema piramidal en el que la cumbre ya no represente la base», añadía. Patricia, sexagenaria, apostillaba sentada en un banco: «Son las personas las que deciden, somos dueños de nuestro destino».
La UE entra en liza y anuncia que vigilará las medidas del Elíseo
La UE observa con cierta preocupación lo que ocurre en uno de los principales estados miembros, en un momento de zozobra para el proyecto comunitario, y ayer decidió entrar en liza marcando posición ante las medidas que el Ejecutivo pueda adoptar para aplacar las protestas. En este sentido, la Comisión Europea avisó de que «vigila estrechamente» las repercusiones presupuestarias que Macron expuso el lunes por la noche. «Estamos vigilando estrechamente las consecuencias de las nuevas medidas anunciadas, pero no podemos comentar nada hasta que sean adecuadamente anunciadas y detalladas», indicó el videpresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis en un acto celebrado con eurodiputados.
El alto funcionario europeo recordó que las directrices presupuestarias de la Unión para el Estado francés planteaban una reducción del déficit público en el próximo ejercicio en un 0,6% del PIB, y subrayó que París se ha comprometido en concreto a rebajar en 0,2 puntos el déficit estructural. Esta diferencia ha hecho que se especule con que Bruselas reproche al Ejecutivo galo un incumplimiento de sus compromisos incluso antes de los anuncios de Macron.
El lunes, el secretario de Estado francés de Cuentas Públicas, Olivier Dusspot, cifró en entre 8.000 y 10.000 millones el impacto en las cuentas públicas de las medidas anunciadas por el presidente en respuesta a las demandas expuestas en las calles, que no han satisfecho a sus promotores.GARA
Ikasle mobilizazioak, «hezkuntza sistema elitistaren aurka» egiteko
Hezkuntza sistemaren baitan Gobernu frantsesak iragarri dituen erreforma berrien aurka hainbat ekimen egin zituzten atzo Ipar Euskal Herrian. «Hezkuntza elitistaren aurka», Baionako Fakultatea blokeatu zuten hainbat ikaslek goizean goizetik eta, geroago, Bernat Etxepare Lizeoan ere protestak izan ziren. Ondoren, 10.00etan manifestazioa abiatu zuten Cassin Lizeotik, ikasle andana bilduz. «Unibertsitateko selekzioa, hezkuntzaren merkantilizazioa, zerbitzu nazionala, errepresioa, Seaskaren aurkako erasoak... Hau da frantses Estatuak eskaintzen digun hezkuntza eredua», salatu zuen, ildo honetan, Aitzina gazte mugimenduak sare sozialetan, eta «Ipar Euskal Herriko ikasleok, gure hezkuntza eraiki nahi dugu», gaineratu zuen.
Lapurdiko hiriburuko mobilizazioaz gain, edonola ere, beste dozenaka eskola eta fakultateetan izan ziren mobilizazioak, eta Hezkuntza Ministerioaren datuen arabera, 170 ikastetxe ingurutan antzeko ekimenak izan ziren. Astelehenean beste 450 zentrotan mobilizazioak burutu zituzten.
Protesta hau «txaleko horien» mugimenduaren itzalean abiatu da, eta besteak beste, hezkuntza sisteman ezarri nahi dituzten aldaketak gaitzestea du helburu. Atzo kalera atera ziren ikasleek, gainera, gogor salatu zuten astelehen gauean egindako agerraldian Emmanuel Macron presidenteak ez zuela beraien egoeraz inolako aipamenik egin.
Kritika hauen aurrean, Frederique Vidal Hezkuntza ministroak «ezker muturrak» gidatutako «manipulazioa» salatu zuen, eta mobilizatutako ikasle kopurua txikia izan zela adierazi zuen. Are gehiago, ministroak manifestazioetan parte hartu duten gazte guztiak ikasleak direnik zalantzan jarri zuen, eta batzuk «bazter-nahasleak» baino ez direla aipatu zuen.GARA
Cronología
18 octubre
En un vídeo colgado en Facebook, que se hizo viral con gran rapidez, una mujer insta al presidente Macron a que baje el precio de los carburantes.
17 noviembre
El primer día de bloqueos de carreteras reúne a cerca de 290.000 manifestantes que usan un chaleco amarillo fluorescente. Las movilizaciones continúan los días siguientes, con 530 personas heridas y dos muertas.
24 noviembre
En el «Acto II» de la movilización, varios miles de personas se movilizan en los Campos Elíseos.
27 noviembre
Macron dice que quiere adaptar la tributación de los combustibles a la fluctuación de los precios.
1 diciembre
El tercer gran día de movilización da lugar a fuertes enfrentamientos, sobre todo en París. El día 2, Macron convoca un gabinete de crisis.
4 diciembre
El primer ministro anuncia la suspensión durante seis meses del aumento de los impuestos a combustibles y la congelación de tarifas de gas y electricidad «durante el invierno». El día 5, Macron dice que el aumento de los impuestos sobre el combustible se cancelan para todo 2019.
8 diciembre
Cuarto sábado de protesta con 2.000 detenciones. 89.000 policías se despliegan en el Estado. Dos días después, Macron anuncia en televisión un paquete de medidas.

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»

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