Biopic musical dedicado a Elis Regina, considerada una de las grandes voces brasileñas, en la medida en que fue clave para la evolución de la música de su país, sirviendo de transición entre la bossa nova y la MPB (música popular brasileña). Como la mayoría de artistas que mueren jóvenes Elis es todo un mito viviente, y aunque su existencia fue corta se presta a la polémica biográfica en profundidad, por las muchas luces y sombras que le tocó protagonizar en plena dictadura.

En Brasil se la conoce por el apodo de Pimentinha, en referencia a su fuerte carácter y acusada personalidad, tal como demostró desde sus comienzos en una época en la que se manejaba a las cantantes que empezaban. Esto le costo constantes y duros enfrentamientos con su productor Ronaldo Boscoli, en la ficción interpretado por Gustavo Machado, en más de una escena arrollado literalmente por una Andréia Horta que se transmuta en la verdadera Elis Regina.

“Elis” no elude los temas más conflictivos en la vida de la cantante del pelo corto, entrando de lleno en sus tiras y aflojas con la dictadura. Al contrario de Gilberto Gil o Caetano Veloso no quiso ir al exilio y luchó por seguir su carrera en contacto con su público brasileño. Sus problemas empezaron por la versión que hizo en portugués del himno afroamericano “Black is Beautiful”, y se desbordaron cuando en el extranjero hizo unas declaraciones en las que llamaba a los militares “gorilas”. El castigo fue humillante, ya que le obligaron a cantar el himno nacional en las Olimpiadas del Ejército de 1973. Una claudicación que fue motivo de burla por parte del caricaturista Henfil. Regina trató de redimirse a través de los mensajes de sus canciones, obteniendo de la reconciliación gracias al texto comprometido de “O bêbado e a equilibrista”. Murió en 1982 a los 36 años víctima de los excesos con el alcohol y la cocaína.