Alvaro Reizabal
Abogado
JO PUNTUA

La toma

En nuestra ultima aparición en estas líneas hablábamos de la «Operación Reconquista» que lidera Vox, partido según el cual la Reconquista no se inició en Asturias en el año 722 con Don Pelayo y culminó en 1492 con la caída del Reino de Granada, como siempre se había explicado, sino que se ha iniciado ahora mismo en Andalucía con los escaños conseguidos por las huestes de Abascal, que unidos a los del PP y a los de Ciudadanos, han conseguido desbancar al PSOE del Gobierno de la Junta que ostentaba desde hace casi cuatro décadas. Los ultras, que decían no exigir nada a cambio de sus votos al líder del PP Moreno Bonilla, ya han empezado a enseñar la patita y, aunque aún no se ha formado el gobierno de la comunidad ya piden a sus socios que no apoyen la ley de violencia machista si quieren contar con su apoyo.

Iniciada pues la Reconquista, ayer tocaba «La Toma», celebración de la rendición de Boabdil ante las tropas de los Reyes Católicos. Es una especie de fiesta de moros y cristianos, pero más marcial, con presencia de la Legión y todo. Esta vez se habían tomado medidas excepcionales de seguridad, pues los fachas han elegido su celebración como escaparate en que liarla todos los años por su significado de victoria frente al moro. Y, aunque no ha habido más incidentes que los habituales, la celebración se ha convertido en una competición de demostrar quien es más español, español, español, que ha sido el grito más coreado, junto a los de «Sí a la Legión» o vivas a España. Elegantes damas del PP ataviadas con sus abrigos de pieles han repartido entre los asistentes miles de banderas tricolores de la España de su propiedad que han dado colorido al acto amenizado por los legionarios de Ronda con su banda de música y bandera de guerra.

Las encuestas empiezan a avisar de que la mancha parece extenderse y que la Reconquista iniciada en Andalucía tiene vocación de ir subiendo hacia arriba, así que conviene estar al loro, porque, si nos descuidamos, el microclima vasco de que habla el gesticulante Iñigo Urkullu puede convertirse en Guatepeor.