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LONDRES
EL PARLAMENTO BRITÁNICO RECHAZA EL ACUERDO DEL BREXIT

May sufre una debacle y se enfrenta hoy a una moción de censura

El Parlamento británico rechazó de forma contundente el acuerdo sobre el Brexit pactado por Theresa May, que, con 432 votos en contra y 202 a favor, sufrió la mayor derrota de un Gobierno en Westminster desde 1924. May tiene ahora tres días para presentar una alternativa y se enfrenta a una moción de censura presentada por los laboristas.

«Les pido a los miembros de todas las partes de esta Cámara, independientemente de lo que hayan concluido previamente, que, durante las próximas 24 horas, le echen un segundo vistazo al acuerdo», reclamó la primera ministra británica, Theresa May. Fue en vano. Poco después, sufría la mayor derrota de un Gobierno británico en el Parlamento desde 1924.

La Cámara de los Comunes rechazó con una diferencia de 230 votos el acuerdo sobre el Brexit negociado por el Ejecutivo de May y la Unión Europea. El acuerdo obtuvo 202 votos a favor y 432 en contra. Aunque se daba por segura una derrota del Gobierno, fue por un margen mayor del esperado, que agudiza la situación convulsa y caótica que nadie esperaba cuando los británicos apostaron en junio de 2016 por salir de la UE.

En sus primeras palabras tras la debacle, May admitió que está claro que los diputados no apoyan este acuerdo. «No obstante, la votación de esta noche no nos dice nada sobre qué apoya, ni siquiera si pretende honrar la decisión que la gente tomó en el referéndum» de 2016 sobre el Brexit, reprochó.

La líder conservadora exigió a los parlamentarios que aclaren «lo antes posible», tanto a los ciudadanos británicos y a los ciudadanos de la UE qué camino quieren seguir. May, por su parte, tiene ahora tres días para volver a Westminster con su propio «plan B».

Entre sus propias filas, más de cien diputados conservadores se volvieron contra el acuerdo de May. También el partido norirlandés unionista, apoyo del Gobierno confirmó su voto contrario, principalmente por la salvaguarda contemplada para la frontera irlandesa.

248 laboristas, 118 tories, 35 diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP), once liberal demócratas, diez del norirlandés unionista DUP, cuatro parlamentarios galeses, un ecologista y cinco independientes votaron «no». Tras el voto, diputados escoceses y liberales exigieron un nuevo referéndum.

Los conservadores más euroescépticos reclaman a May que vuelva a Bruselas en busca de nuevas concesiones, en particular respecto al mecanismo de salvaguarda diseñado para evitar la frontera norirlandesa, con la que temen que Reino Unido quede atado a las estructuras comunitarias indefinidamente.

Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, había urgido a los miembros del Parlamento a rechazar el acuerdo al afirmar que las posibilidades de que el Reino Unido se mantenga en el club comunitario son «las más altas» desde el referéndum de 2016.

Moción de censura

Inmediatamente tras la votación, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, anunció una moción de censura contra el Gobierno de Theresa May, subrayando que «el veredicto es absolutamente concluyente». Corbyn reprochó además a la premier que «en los últimos dos años solo ha tenido una prioridad: el Partido Conservador»

El debate sobre la moción de censura tendrá lugar hoy, con una votación que comenzará a las 19.00 (hora local). Si fuera aprobada, podría conformarse un Gobierno alternativo del Partido Conservador, lo que obligaría a May a dimitir. De lo contrario el actual Gobierno tendría un plazo de 14 días para ganarse la confianza del Parlamento. Si no lo consiguiera, habría elecciones anticipadas.

Pese a su voto contrario al acuerdo, el DUP apoyará a la primera ministra en la moción de censura, según su portavoz, Sammy Wilson. Los liberal demócratas y el SNP votarán contra la primera ministra.

May esbozó su «hoja de ruta», indicando que, si su Gabinete sobrevive al órdago laborista, iniciará una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para buscar una salida a la actual parálisis. Prometió un «espíritu constructivo», pero «dada la urgencia debemos centrarnos en las ideas que sean verdaderamente negociables y que cuenten con el apoyo de esta Cámara», advirtió. Después, el Ejecutivo trasladará las propuestas a la UE, añadió.

Sin embargo, Bruselas y los Veintisiete han reiterado en numerosas ocasiones que descartan reabrir las negociaciones.

May ha alegado que, en cualquier caso, no se debería aplazar la fecha de retirada ni celebrar un segundo referéndum, ya que considera que sentaría precedente no aplicar el resultado de la consulta de 2016. «Cuando se escriban los libros de historia, la gente mirará la decisión de la Cámara y se preguntará: ¿Cumplimos con la votación para dejar la UE?», lanzó la primera ministra en su último alegato ante el Parlamento antes de la histórica derrota.

 

La UE sugiere a Londres que frene el proceso de salida

Los socios de la UE insistieron en que, tras la votación, la pelota está en el tejado británico, y el jefe negociador de la UE para el Brexit, el francés Michel Barnier, trasladó a Londres la responsabilidad de decidir sobre los próximos pasos, mientras el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk sugería uno: frenar el Brexit. «Si un acuerdo es imposible, y nadie quiere (una salida) sin acuerdo, entonces ¿quién tendrá finalmente el coraje de decir cuál es la única solución positiva?», señaló Tusk apenas minutos después de anunciarse el resultado del voto en la Cámara de los Comunes, a la vez que pedía coraje a Londres y que aclare sus intenciones rápidamente.»

«El tiempo casi se ha acabado», advirtió el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien opinó que aumenta el riesgo de una salida sin pacto del Reino Unido y también pidió a Londres aclarar sus intenciones con rapidez.

Según el diario británico “The Sun”, Theresa May se habría planteando convocar una segunda votación y la canciller alemana, Angela Merkel, le habría ofrecido una ayuda de último minuto para sacar adelante su plan del Brexit. Un portavoz del Gobierno alemán negó que la canciller haya ofrecido garantías adicionales sobre el acuerdo del Brexit a la primera ministra británica más allá de las últimas «aclaraciones». El ministro británico para Escocia, el conservador David Mundell, también afirmó que la votación podría repetirse y describió la sesión parlamentaria de ayer como «una votación inicial». «Mi sensación ahora es que hay un número significativo de diputados que sienten la necesidad, en esta votación inicial, de votar en contra del acuerdo», afirmó y dijo esperar que, tras marcar su posición ayer, muchos diputados piensen «¿Cuáles son las alternativas?».GARA

 

Contrarios y favorables al Brexit, unidos contra el acuerdo

Todo les enfrenta, pero habían ido a reclamar lo mismo: bajo una nube de banderas británicas y europeas frente al Parlamento, contrarios y favorables al Brexit esperaban que los diputados rechazaran el acuerdo pactado por May. «¿Qué va a pensar el resto del mundo? se preocupaba Tony Brack, empresario. Aun con el mismo mensaje, evitaron mezclarse. «Habría hablado con ellos pero nos insultan», acusaba a los pro-UE Sally Smith, galesa partidaria de un Brexit sin acuerdo. Enfrente, Louise Hummerstone, con una gorra con los colores de la Unión Europea, dice comprender a los electores que creyeron ciertas mentiras «pero no puedo tolerar a los que votaron por motivos racistas».

Mark Stevens también esperaba un amplio rechazo a la propuesta de May pero porque desea un cambio de Gobierno que acelere la salida.

En cualquier caso, la desilusión y el escepticismo por todo el proceso seguido es el sentimiento predominante.GARA