El Gobierno conservador de Theresa May superó ayer la moción de censura planteada por la oposición laborista, por 325 votos en contra y 306 a favor, tras lo que May anunció que comenzaría inmediatamente una ronda de contactos con los principales líderes políticos para definir el futuro de la salida del Reino Unido del bloque europeo.

Pero Corbyn instó a la primera ministra a retirar antes la posibilidad de que pueda hacerse efectiva una salida no negociada de la UE. Su portavoz rechazó esta posibilidad. «La primera ministra ha sido muy clara sobre que los británicos votaron a favor de abandonar la UE. Queremos irnos con un acuerdo pero ella está decidida a responder al veredicto de los ciudadanos y a abandonar la UE el 29 de marzo de este año», agregó.

La jefa de Gobierno ha insistido en los últimos días que la única posibilidad viable para un Brexit organizado pasaba por su acuerdo, que el martes rechazó el Parlamento por 432 votos en contra y 202 votos a favor, en la mayor derrota parlamentaria de un Ejecutivo en Westminster en la era moderna.

Pero ayer los diputados conservadores y los unionistas del Partido Democrático Unionista (DUP) que tumbaron el acuerdo pactado con Bruselas cerraron filas en torno al Gobierno conservador, para evitar unas elecciones generales que pudieran dar la llave de Downing Street al Partido Laborista.

Corbyn decidió iniciar ese proceso para tratar de liquidar al Gobierno tory, después de que el martes perdiera por un aplastante margen de 230 votos la votación en Westminster sobre su acuerdo del Brexit. Su objetivo es precipitar unas elecciones generales anticipadas para postularse como nuevo primer ministro.

Antes de la votación de la moción de censura, May endureció su discurso en la respuesta a Corbyn, al que calificó de «traidor» hacia todo lo que ha defendido la formación laborista. «Una traición hacia la gran mayoría de sus diputados y una traición hacia millones de votantes laboristas decentes y patrióticos», sentenció.

La primera ministra aseguró que lo que ha hecho Corbyn al Partido Laborista es una «tragedia nacional» y que lo que haría al Reino Unido, de convertirse en su gobernante, sería una «calamidad».

«El Gobierno no puede gobernar y no puede conseguir el apoyo del Parlamento en el asunto más importante al que se enfrenta nuestro país», consideró Corbyn, que aseguró que cualquier otro primer ministro en la situación de May hubiera presentado su dimisión y convocado elecciones, la opción por la que abogan los laboristas.

May tiene ahora de plazo hasta el lunes para presentar un plan alternativo. Podría comprometerse a volver a negociar a Bruselas, donde los socios comunitarios insisten en que la negociación ha acabado, o pedir un retraso de la fecha fijada para el Brexit.

May hizo referencia a esta posibilidad en su discurso, pero señaló que la Unión Europea estaría abierta a prolongar los plazos «siempre que esté claro que existe un plan para alcanzar un acuerdo». Una condición en la que insistieron ayer numerosos líderes europeos.

Comprobado el rotundo rechazo a su acuerdo y la negativa desde la UE a seguir negociando también se abre la posibilidad e un Brexit sin acuerdo. Cada vez más preocupada por la amenaza de que todo desemboque en un Brexit sin acuerdo de catastróficas consecuencias, la principal patronal británica, la Confederación de la Industria Británica (CBI), urgió a encontrar un nuevo plan «inmediatamente».

Temor de los empresarios

El ministro de Finanzas, Philip Hammond, intentó tranquilizar a las grandes empresas en una teleconferencia, en la que aseguró que se podría evitar un Brexit sin acuerdo si se produce un aplazamiento de la salida de la UE prevista para el 29 de marzo, mediante la prórroga del artículo 50 del Tratado de Lisboa.

«Fue una conversación telefónica alentadora», declaró a la BBC el presidente de la CBI, John Allan, que lo consideró un «auténtico paso adelante, un reconocimiento de que debe pasar algo y de que va a pasar muy rápidamente»

Esto no ha impedido que algunas empresas hayan tomado sus precauciones. Al igual que otros sectores, los editores están haciendo acopio de papel y tinta para evitar problemas de suministro en caso de Brexit sin acuerdo, reveló Bloomberg.

Tras la teleconferencia, la directora general de la CBI, Carolyn Fairbairn, reclamó un nuevo plan «de inmediato» y pidió a los diputados que lleguen a un consenso para evitar una ruptura drástica con el bloque comunitario. El consejero delegado de la Cámara de Comercio de Londres, Colin Stanbridge, incidió en que un Brexit no negociado abocará al país «a un precipicio», mientras que su homólogo en la Confederación de contratación y empleo, Neil Carberry, subrayó que las empresas necesitan certidumbre.

La preocupación es compartida por los empresarios al otro lado del canal de la Mancha. «Se aproxima peligrosamente un Brexit caótico», advirtió Joachim Lang, presidente de la federación alemana de Industria BDI, que estima un volumen de intercambios de 175.000 millones de euros con Gran Bretaña.

En caso de una salida «desordenada» las relaciones comerciales estarían reguladas por la Organización Mundial del Comercio, y se restablecerían con urgencia multitud de controles aduaneros. «En mi opinión no es posible prepararse realmente para el caos», coincidió el director de la Cámara de Comercio alemana, Martin Wansleben. La industria química alemana, para la que Reino Unido es el octavo mercado mundial, teme un «colapso de las cadenas de suministro, con daños que sobrepasarían nuestro sector». Igualmente, en la industria del automóvil, el presidente de la asociación de constructores, Bernahr Mattes, señalo que un Brexit sin acuerdo sería «fatal».

La UE pide a Londres claridad y prepara un Brexit sin acuerdo

Entre los gobiernos europeos aumenta la inquietud por una salida no negociada. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, exhortó al Reino Unido a «aclarar sus intenciones tan pronto como sea posible» y estimó que «el riesgo de un Brexit sin acuerdo ha aumentado». El negociador jefe de Bruselas, Michel Barnier, también anunció que se intensifican los preparativos para un escenario de «no acuerdo». Tanto la República de Irlanda como el Estado francés han empezado a tomar disposiciones para esa posibilidad.

Ya no se trata de una hipótesis de trabajo, advirtió el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, que indicó que la responsabilidad de encontrar opciones aceptables recae en Westminster. Estos preparativos –leyes específicas y controles aduaneros – «ya se han puesto en marcha por parte del Gobierno. Las empresas y otras organizaciones deben hacer lo mismo», añadió. Además, alertó de que un Brexit sin acuerdo «no serviría para proteger la paz» en el norte de Irlanda. La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró que no se reabrirán las negociacionales, pero a la vez indicó que los Veintisiete están ahora a la expectativa de las propuestas de Downing Street, sugiriendo posibilidades de cambios. «Aún tenemos tiempo para negociar», dijo en alusión a otros posibles escenarios, pero siempre a propuesta de Londres

También el presidente francés, Emmanuel Macron, apuntó que «es posible hacer mejoras en una o dos cosas».

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, afirmó que el rechazo del Parlamento británico ya ha mostrado «exactamente» lo que no quiere, pero ahora hay que ver «qué quiere».

En opinión de Anand Menon, profesor de Política Europea en el King’s College London, la primera ministra «que es obstinada, volverá al Parlamento (con una versión de su acuerdo) y lo intentará de nuevo», pero «la magnitud de esta derrota hará que la UE se plantee si merece la pena hacer concesiones, dado el número de diputados a los que tiene que convencer».GARA