Raimundo Fitero
DE REOJO

Al margen

Es difícil mantenerse al margen de la marea reaccionaria, del aluvión de noticias y rumores que nos acosan. El ministro de Fomento, Ábalos, baranda del partido zombi que encontró la brújula en un descampado de Moncloa, ha asegurado al PNV que el TAV estará listo en unos pocos años. O sea, la máxima preocupación de Urkullu y sus administradores de fincas está resuelta. Lo demás son cosas menores, entretenimientos, circunstancias que se acompasan para ganar las próximas elecciones municipales. Y todo parece que va encaminado a un desfile en las urnas. ¿Pillará cacho Vox por aquí? Vamos a esperar.

Llevo tres días intentando hablar de Pepe Carvalho, y por razones sobrevenidas y mi falta de atención lo voy aplazando. En esa maravilla de La 2 que es “Página 2”, me entero de que el novelista Carlos Zanón ha retomado el personaje de Manuel Vázquez Montalván, y ha entregado una nueva novela con el personaje más cínico e interesante de la novelística española de los ochenta y noventa. Una suerte de detective desencantado, que en sus aventuras fue describiendo un mundo político, social y cultural barcelonés que hoy no sería capaz de memorizar ni el propio Villarejo, un compendio de episodios de ficción política y policial. Carvalho fue convertido en personaje audiovisual en varias ocasiones y nunca alcanzó a interesar a un número suficiente de televidentes porque no logró mostrar su perspicacia política como en las novelas, que bien se pueden considerar una suerte de episodios charnegos, una explicación histórica de los momentos en los que se escribieron. Ahora vemos una serie italiana protagonizada por un comisario llamado Montalvano, un homenaje de Andrea Camilleri. En cuanto pueda la leeré porque me parece un ejercicio que escapa a mis parámetros literarios y sentimentales.