Agustín GOIKOETXEA
MOVILIZACIÓN DE LOS Y LAS PENSIONISTAS DE BIZKAIA

«UN AñO DESPUÉS, SEGUIMOS EN LUCHA»

LAS Y LOS PENSIONISTAS NO HAN LOGRADO TODOS LOS OBJETIVOS QUE SE FIJARON HACE UN AñO, PERO AYER DEMOSTRARON EN LAS CALLES DE BILBO QUE TIENEN LA SUFICIENTE FUERZA PARA CONTINUAR Y SUMAR A NUEVOS SECTORES A LA PELEA POR UN CAMBIO SOCIAL. DECENAS DE MILES DE PERSONAS SE MANIFESTARON POR UNAS PENSIONES PÚBLICAS DIGNAS.

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Decenas de miles de personas –30.000, según fuentes de la Policía Municipal, que desde el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia elevaron hasta 40.000– salieron ayer a la tarde a la calle en Bilbo en demanda de unas pensiones públicas dignas, en la semana en la que se cumple un año desde que los y las pensionistas iniciasen sus protestas. El Botxo se ha convertido en referente de esa lucha ejemplar, con nueve movilizaciones multitudinarias y concentraciones semanales ante la casa consistorial, que en vez de debilitar al movimiento con el paso de los meses lo ha fortalecido. Quienes participan se sienten orgullosos de haberse convertido en un referente para otras generaciones y sectores.

No aflojan en sus demandas y buscan alianzas con trabajadores, mujeres y jóvenes para luchar por una sociedad más justa y con menos desigualdades. Muchos de ellas y ellos son viejos conocidos de luchas en fábricas y tajos, dispuestos a seguir aportando. «Con los pensionistas no puede ni la gripe ni nadie», subrayó uno de los habituales.

En los prolegómenos de que partiera la manifestación, portavoces dejaron bien claro ante los medios de comunicación que hay reivindicaciones, como la pensión mínima de 1.080 euros, que no piensan olvidar. «No vamos a claudicar», enfatizaron. Para entonces, muchos de los reunidos en las aceras, esperando a saltar a la calzada ya habían coreado en más de una ocasión consignas como «si esto no se arregla leña, leña, leña. si esto no se apaña caña, caña, caña» o «gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden».

Tras la pancarta con la reclamación principal que hace un año aglutinó a este movimiento plural contra el Gobierno del PP –‘‘Pensiones públicas dignas. No 0,25%. Pentsio publiko duinak. 0,25 ez’’– a la que seguía otra con el lema ‘‘Un año de lucha. Urte beteko borroka. Pensionistak aurrera!’’, la marcha arrancó pasadas las 17.00 de la Gran Vía bilbaina, a la altura de la sede de la patronal Confebask, a los sones de gaitas y txistus de dos grupos que la abrían entre gritos de «pentsionistak aurrera», «así así, ni un paso atrás, esta batalla la vamos a ganar», «fuera corruptos de las instituciones» y «manos arriba, esto es un atraco», entre otros. Más tarde, en la plaza Elíptica, donde aguardaban varios miles de personas, también se incorporó una batukada.

Costó que se fuera conformando la gran manifestación, ya que las distintas agrupaciones que conforman el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia se fueron sumando paulatinamente a la comitiva. Los últimos fueron componentes de Eragin, la asamblea de jóvenes precarizados de Bilbo, que lo hicieron a la altura del palacio foral entre aplausos de los manifestantes, algunos de ellos puño en alto. A las consignas más repetidas, habituales en las concentraciones semanales, se añadieron otras como «pensión privatizada, pensión robada», «pentsio duinak denontzat» o «no desgravaciones en planes de pensiones».

Paso a paso la movilización fue recorriendo el trayecto hasta la casa consistorial, donde fue necesario aguardar unos minutos para que la totalidad de los participantes, la mayoría de localidades de Bizkaia pero también de Araba y Gipuzkoa, llegasen a sus inmediaciones con sus pancartas al frente.

En el manifiesto subrayaron la importancia de estos 12 meses de protesta. «Un año de lucha de las personas pensionistas ha merecido la pena y nos ha unido en torno al mismo objetivo: conseguir una pensión pública digna para todas las personas pensionistas», dijeron.

En la agenda política

«El balance de lo conseguido este año, producto de la movilización, no ha sido el que pretendíamos, pero tampoco ha sido despreciable», defendieron. Argumentaron que han logrado con su dinámica de lucha que «las demandas del movimiento de pensionistas hayan entrado en la agenda política». «Nadie podrá eludir posicionarse y menos los gobiernos de Madrid, Gasteiz e Iruñea», aseguraron.

Asimismo, destacaron que las pensiones han subido un 1,7% en 2018 y un 1,6% en 2019; y que las pensiones mínimas lo han hecho un 3% ambos ejercicios; o que la base reguladora de las pensiones de viudedad haya pasado del 56% al 60%, afectando solo a un 16% de las personas. «Estos limitados avances están muy lejos de nuestras reivindicaciones», confesaron.

Por ello, insistieron en la necesidad de garantizar la subida de las pensiones según el IPC; una pensión mínima de 1.080 euros, que afectaría principalmente a las mujeres; la derogación del factor de sostenibilidad, así como de las reformas de pensiones y laborales de 2011 y 2013; sin olvidar «la defensa y garantía de un sistema público de pensiones frente a la privatización de las mismas».

Quisieron también explicar a las miles de personas reunidas ante el Ayuntamiento de Bilbo que la movilización había partido desde la sede de Confebask para denunciar «la precarización a la que ciertas organizaciones empresariales someten a grandes sectores de esta sociedad: especialmente a jóvenes y mujeres». «No es posible una pensión digna sin un salario digno, ni las actuales, ni las del futuro», enfatizaron, cosechando numerosos aplausos.

Del mismo modo, miraron a este 2019, conscientes de que para arrancar sus demandas es imprescindible continuar por la senda de la movilización. «Este año va a ser clave en esta lucha», remarcaron, incidiendo en el papel que pueden jugar las elecciones municipales, forales y europeas de mayo. «Todos los partidos van a tratar de no aparecer al menos contrarios a nuestras demandas», auguraron. Tampoco se olvidaron de su aportación al 8 de Marzo.

«Tenemos ganas de seguir dando pasos importantes. Nuevas formas reivindicativas, nuevas medidas de presión, pero sobre todo tenemos un gran reto: hacer realidad las alianzas con nuevos sectores, sobre todo jóvenes y trabajadores», señalaron. De ahí que reclamaron unidad y trabajo hasta conseguirlo. «serán los cimientos de un cambio social importante para una mayoría», concluyeron.