Jon ORMAZABAL
Pelota

El Astelena padece otra «batalla asimétrica»

Los pegadores Irribarria-Zabaleta no dieron la más mínima opción a unos rivales muy inferiores en golpe.

BENGOETXEA-IMAZ 6

IRRIBAR.-ZABALETA 22


El Parejas, que corre un riesgo real de romperse, asistió ayer a otra batalla asimétrica de las que tan poco aportan al campeonato. Irribarria y un Zabaleta inconmensurable estuvieron en su lugar, sin un atisbo de piedad ante unos Bengoetxea VI-Imaz netamente inferiores, y obtuvieron un sexto punto que virtualmente los mete en semifinales, pero fueron los únicos que abandonaron el Astelena con motivos para la alegría.

Y es que, por mucho que la respuesta del público ha sido muy buena hasta el momento, el Parejas se encuentra en un momento crítico. La Catedral sigue siendo una plaza muy exigente y partidos como el de ayer no animan en nada a hacer el esfuerzo de acudir al frontón o a la hora de escoger nuestro deporte dentro de la amplia oferta deportiva del fin de semana.

Y lo peor es que lo de ayer en el Astelena, lejos de ser un accidente, es un guion de partido que se viene repitiendo con peligrosa asiduidad.

Dominio absoluto

Mucho se viene hablando de que hacía tiempo que no se veían tantas diferencias marcadas entre los tres-cuatro mejores zagueros sobre el resto y ayer coincidió que Zabaleta tuvo un día especialmente inspirado, lo que, unido a su combinación con un Irribarria fresquísimo, en un escenario que agradece el golpe como pocos y ante una de las parejas con menos golpe del campeonato, dio como resultado un duelo de lo más desigual, más digno de un patio de colegio donde el típico abusón se aprovecha de su superioridad física que de un partido de una competición profesional.

En días así, más con las quejas de Bengoetxea VI el día de la elección, existe la tentación de recurrir al cestaño en busca de respuestas a lo sucedido, opción desbaratada por Iker Irribarria, quien corroboró que jugaron la mayor parte del partido con las pelotas escogidas por sus rivales el pasado jueves.

Simplemente, pasó que la de ayer en el Astelena fue otra batalla de piedras contra tanques, con el agravante de que los derechazos de Zabaleta resultaron especialmente demoledores. Empezó con brío Oinatz Bengoetxea, buscando las cosquillas a sus rivales con una paradita en el txoko, pero a poco que el zaguero de Etxarren entró en juego, a Imaz le tocó sufrir de lo lindo ante el asedio azul.

Los de Aspe no se despistaron en ningún momento de su idea fija de que Bengoetxea VI no entrara en juego y el partido tomó un camino del que los de Baiko no pudieron salir ni en las pocas ocasiones en las que tuvieron el saque en sus manos. Oinatz lo intentó alternando el primer pelotazo desde la pared y desde el ancho, pero tal fue la superioridad en el golpe que Irribarria-Zabaleta apenas necesitaban un par de pelotazos para dominar a su antojo.