R.S.
IRUÑEA
TRAS LA POLÉMICA EXCARCELACIÓN EN NAFARROA

«La Manada» se enfrenta a siete años más de cárcel por Pozoblanco

La polémica por la situación de libertad de los miembros de «La Manada» tiene ahora más argumentos tras conocerse que la petición fiscal por el caso paralelo de Pozoblanco asciende a siete años de cárcel. El escrito del Ministerio Público es rotundo al describir abusos a una joven en estado de «profunda inconsciencia».

La última decisión de la Audiencia de Iruñea de mantener en libertad a los agresores sexuales de una joven en Sanfermines de 2016 no tuvo en cuenta que aún deben ser juzgados por un caso similar en Pozoblanco (Córdoba). La petición fiscal conocida ayer da más razones a quienes criticaron esa excarcelación, dado que se les piden siete años de cárcel que pueden sumarse a los nueve impuestos en Nafarroa y recurridos ante el Supremo.

A la espera de si se produce alguna reevaluación de su libertad (bien en Nafarroa o en Córdoba), el escrito fiscal confirma la gravedad del caso de Pozoblanco, que además es coincidente en el tiempo con la violación de Sanfermines: se produjo el 1 de mayo, apenas dos meses antes de la madrugada del 7 de julio. Paradójicamente, el caso de Iruñea se ha juzgado antes que el de Córdoba, que de hecho ni siquiera fue noticia hasta que apareció en el marco de la investigación navarra. Y ello no ha sido indiferente al polémico veredicto dictado en Iruñea, puesto que el ataque de Pozoblanco no ha podido ser incluido como antecedente o indicio añadido.

La Fiscalía de Córdoba pide para los cuatro acusados en esta causa penas de tres años de prisión por un delito de abusos sexuales a una joven en el interior de un vehículo, cuatro años más por otro delito contra la intimidad, y para uno de ellos, el último conductor, una multa de 720 euros por lesiones leves.

Las pesquisas realizadas por la violación de Iruñea derivaron, explica la Fiscalía, en «la localización de la grabación de los abusos sexuales realizados en el interior de un coche a la víctima», a través de uno de los móviles de los acusados, imágenes que fueron enviadas al chat de «La Manada» a las 7.45 horas, integrado por los cuatro acusados y tres personas más, y también al chat «El Peligro» a las 7.52 horas, formado por uno de los acusados y 20 personas más.

Siempre según el fiscal, los cuatro acusados acudieron a la feria de la localidad cordobesa de Torrecampo y coincidieron en una de las casetas-discoteca con la joven. Al cierre, a las 7.15 horas, estando todos en la puerta, uno de ellos se ofreció a llevaarla a su casa de Pozoblanco, en el vehículo en que habían llegado los cuatro.

«Profunda inconsciencia»

En el coche, dos miembros de «La Manada» se situaron delante y otros dos en los asientos traseros, con la víctima sentada entre ambos. «Debido probablemente a la cantidad de alcohol ingerida, sin que haya podido determinarse si además de ello tomó de forma deliberada o sin saberlo alguna otra sustancia estupefaciente, la chica cayó en un estado de profunda inconsciencia, hasta el punto de no recordar lo ocurrido en el trayecto del vehículo», detalla.

En el interior del coche, según se observa en el vídeo que graba uno de ellos, «aprovechando que la joven se hallaba privada de sentido, todos los acusados, con ánimo libidinoso, comenzaron a realizarle diversos tocamientos de carácter sexual, incluido el conductor».

Al llegar a Pozoblanco, tres de los acusados bajaron del vehículo y se incorporó como conductor el cuarto, quien continuó la marcha con la chica unas calles más y cuando esta se despertó le pidió que le realizara una felación, a lo que esta se negó, detalla la Fiscalía. En este momento, el joven, «con intención de menoscabar su integridad física», la golpeó en la cara, le dio un puñetazo en el brazo y la empujó para que saliera del coche mientras le gritaba «puta».

La víctima tuvo conocimiento de estos vídeos cuatro meses después, cuando se hicieron públicos, y como consecuencia tanto de los hechos como de la exposición mediática y social que derivó del tratamiento y divulgación que hicieron medios de comunicación y redes sociales, sufrió estrés traumático y necesitó 90 días para su recuperación.