Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Kirolbet Baskonia se acordará del error de caer frente a Darussafaka

Los gasteiztarras se contaminaron del mal juego otomano, y entre las pérdidas y errores concedieron al colista el poder dar la sorpresa.

DAçKA 80

KIROLBET BASKONIA 75


En las dos últimas temporadas se ha repetido un patrón en la Euroliga del Baskonia. Un mal inicio, una racha de gran juego y victorias, la remontada hasta llegar al Top 8, y una sonrojante derrota cuando nadie se lo esperaba, que terminaba condenando a los gasteiztarras a una eliminatoria imposible. La derrota de ayer ante Darussafaka es de las de acordarse en los cruces.

«Es evidente que ellos han jugado con muchísima más energía que nosotros, sobre todo en la segunda mitad, cuando parecíamos un equipo diésel. Nos han ganado con la dureza y la agresividad», admitía sin rodeos un enfadado Velimir Perasovic. Pero es que el propio técnico de Split se vio impotente al ver lo que sucedía; cómo Kirolbet Baskonia iba perdiendo fuelle y dando confianza a un rival que sumó ayer su tercera victoria, casi sin buscarla.

De las pérdidas al desacierto

El partido de ayer tuvo que haber sido el del debut de Jalen Jones, un jugador que mostró voluntad para el rebote, inten- sidad, y un nulo conocimiento de los sistemas. Con todo, anotó un palmeo y peleó bajo los tableros, que no es poco.

No es poco, porque ayer, de hecho, fue el segundo mejor interior del Baskonia. Por detrás de un Voigtmann que, junto con Janning, fue de lo poco salvable, y mejor que un Poirier al que Micheal Eric le ganó completamente la tostada, mientras que Ilimane Diop mostró su peor cara, cargándose de faltas y sin imponerse. En ese panorama, que Jalen Jones no estuviese peor resultó preocupante, pero no precisamente por el nivel mostrado por el fichaje del Baskonia.

Sin embargo, el partido pudo haber ido por otros derroteros. Después de arrancar horrorosamente, Perasovic pidió tiempo muerto con 8-2 en el marcador, y acto seguido el Baskonia volteó el partido, al punto de irse al final del primer cuarto con 21-29. Sin que Huertas ni Vildoza dominaran el duelo, los fogonazos de Voigtmann, Hilliard o Shields les bastaba a los de Perasovic, pese a acumular 10 de sus 16 pérdidas en esa primera mitad, algunas casi cómicas.

En el ínterin, Darussafaka había pasado por el Volkswagen Arena a una ristra de jóvenes jugadores –Akay, a sus 18 años, debutó en la Euroliga–. Pero lejos de tirar el partido, se agarraron al mismo; el letón Peiners enchufó dos triples y Douglas empezó a entrar en calor después de lanzar varios triples que sonaban a atentados contra los espectadores –Stanton Kidd jamás desistió de tan aviesas intenciones–. Así, el partido llegaba vivo al descanso con un 45-47 peligroso e inesperado.

«Hemos tenido problemas en ataque en la segunda mitad. Hemos anotado solo un triple de 14 intentos, algunos muy claros», se lamentaba un Perasovic que advirtió que los suyos anotaron 28 puntos tras el receso.

Así las cosas, Darussafaka fue creyendo en sus opciones, al punto de que los escasos 2.585 valientes que se reunieron en el Volkswagen Arena se animaron con el paso de los minutos. Un triple de Janning ponía al Baskonia con 60-61 cerca del final del tercer cuarto; sería su última ventaja, contrarrestada por un triple de Douglas en los últimos segundos del período.

El Baskonia solo anotó dos canastas en juego en el último cuarto, pero tampoco el Daçka andaba muy fino, y pese a adelantarse 78-70, los gasteiztarras se arrimaron 78-75 a golpe de tiro libre, donde se firmó un magnífico 25 de 27. No obstante, dos tiros libres de Douglas, el mejor junto a Micheal Eric, certificó el sopapo de un Baskonia que cae a la octava plaza tras su derrota y la victoria del Bayern ante el Khimki. Y ojo, porque el jueves que viene llega el Maccabi a Gasteiz; no se vayan a acordar también de ese partido.