Joseba ITURRIA
REAL

Una gran oportunidad perdida para consolidar la mejoría

La Real tuvo mucha posesión sin ninguna claridad y no envió un balón entre los tres palos. El Huesca creó las dos mejores ocasiones.

REAL SOCIEDAD 0

SOC. DEP. HUESCA 0

 

La Real chocó en Anoeta contra un planteamiento defensivo del Huesca muy serio ante el que no tuvo la claridad suficiente para crear ocasiones y conseguir la victoria que le hubiera permitido empatar con Betis y Valencia en la séptima plaza y quedar a solo dos puntos de la sexta.

Imanol decía antes del partido que no se podía marcar más objetivo que ganar al Huesca, pero, a largo plazo la Real con el presupuesto que tiene, debe pelear por entrar en las siete primeras plazas y para ello no se pueden desperdiciar oportunidades como las de ayer ante un rival que llevaba una victoria en las últimas veinte jornadas, que había perdido en sus ocho últimas salidas y que no había despedido un partido sin encajar un gol en toda la temporada.

Ante ese rival la Real fue incapaz de crear una sola oportunidad clara en todo el partido y no envió un balón entre los tres palos y tampoco Imanol ofreció soluciones desde el banquillo ante la incapacidad que trasmitía su equipo. El de Januzaj por Sandro fue el único cambio que realizó en los primeros 84 minutos y casi fue peor mover el banquillo entonces porque prescindió de Willian José justo en los momentos en los que el Huesca estaba más cerrado en su área y más buscó su equipo los centros aéreos laterales.

El oriotarra se sintió responsable tras el partido por no ganarlo, pero al final son los jugadores los que tienen que saber cómo responder a planteamientos tan defensivos, tomar mejores decisiones y acertar más a la hora de intentar crear y de buscar los espacios. La Real tuvo el 70% de posesión de balón, pero no lo movió con velocidad ni planteó problemas a un Huesca que tuvo las dos mejores oportunidades del partido en el primer tiempo, en un remate de Yangel Herrera al poste y otro de Cucho Hernández al que respondió Rulli con un paradón.

Por eso la Real no mereció más que el punto que se llevó. Tampoco el Huesca porque, a pesar de que solo le vale sumar de tres en tres para tener alguna esperanza de salvar la categoría, se conformó con no encajar ningún gol y con el empate. Tampoco Imanol quiso arriesgar para buscar la victoria y siguió la premisa de que cuando no se puede ganar es mejor no perder y así el partido, el segundo tiempo en particular, fueron muy tristes y la afición mostró su descontento con el rendimiento del equipo en casa, con solo dos victorias en diez partidos, y en cinco sin llegar a marcar un gol.

Sin januzaj

Imanol introdujo tres cambios con respecto a la alineación que presentó en Vallecas al colocar a Zaldua en el lateral derecho, Raúl Navas como central izquierdo para sustituir al lesionado Héctor Moreno y Sandro como extremo izquierdo, con lo que Mikel Oyarzabal pasó a jugar en la derecha en el lugar de Januzaj, el gran ausente en el once. Luego intercambiaron sus posiciones y el canario pasó a la derecha.

Francisco cambió de sistema y jugó con una defensa de cinco y tres centrocampistas por delante muy juntos y con ese planteamiento sólido generó problemas a un equipo realista que tuvo mucha posesión, pero poca claridad y acierto para crear ocasiones de gol. Si alguien esperaba un partido fácil por la visita del colista se equivocó.

Eso es lo que ha cambiado en el fútbol. Antes era un tópico decir que no había equipos fáciles, porque algunos lo eran. Ahora cualquier equipo compite y plantea problemas y el Huesca no solo defendió bien e impidió a la Real crear ocasiones. También tuvo las mejores oportunidades en el primer tiempo, en el que apenas se pudieron contabilizar dos tiros de Sandro y Merino desde fuera del área y uno del navarro en un saque de esquina del canario.

Parecía un balance paupérrimo para un equipo que tenía el 70% de posesión, pero el del segundo tiempo fue todavía peor. Ningún remate merecedor de ser tenido en cuenta. Apenas se puede rescatar una opción en la que Sandro y Willian José encararon en clara posición la portería del navarro Santamaría y ninguno de los dos lo buscó.

Tampoco el Huesca creó peligro en la segunda mitad y fue triste porque la Real necesitaba dar continuidad a la victoria conseguida ante el Espanyol en Anoeta para conseguir su objetivo de engancharse con su afición y con la pelea por Europa.

Ya es un milagro que un equipo que solo suma diez puntos en casa, una cifra que solo supera los ocho del Villarreal y los siete del Huesca, los dos últimos clasificados, se mantenga tan cerca de Europa gracias a los buenos resultados que obtiene en sus salidas. Pero si siempre es importante sumar en casa más ahora que se necesita aumentar la masa social para que cuando se acabe el nuevo campo la mitad no esté vacío.

Y para atraer a la gente es necesario obtener resultados y generar ocasiones de gol porque partidos como el de ayer son insoportables para un aficionado normal. La Real ha buscado jugadores muy caros como Theo, Sandro y Merino, pero no lo que necesitaba el equipo, un media punta con talento para sustituir a Xabi Prieto y un extremo rápido. Así no es capaz de desequilibrar a los rivales en casa, porque todos defienden bien. Menos mal que ya están en el Sanse...

 

Imanol: «El máximo culpable de no derribar el muro soy yo»

Imanol señaló tras el partido que «el máximo responsable y culpable de no ser capaces de derribar un gran muro soy yo. Ante equipos replegados cuesta una barbaridad, hay que hacer muchas cosas bien, muchos movimientos y es un equipo que a la contra te mata. Les ha faltado la verticalidad que suele tener, es un equipo que llega al área y hoy no hemos generado, pero ellos tampoco. Hemos logrado que en eso que son buenos no han estado lucidos».

Admitía que el de ayer «puede ser el peor partido de los seis que he dirigido. Nos ha costado muchísimo. Es lo más complicado, abrir la lata ante equipos que se encierran tanto. En la primera parte hemos estado precipitados, fallones, sin la pausa y los movimientos que me hubiera gustado. Así es más difícil, pero estoy contento porque el partido requería de hacer muchas cosas bien y los jugadores han puesto todo de su parte. Era partido para ganar y estuvimos mal en la primera parte. En la segunda mejoramos, pero no ha sido suficiente».

Entendía el enfado de la afición: «Todos sabemos la temporada que llevamos en casa y cuando ve que viene el colista, piensa que igual hay goleada y eso es complicado, pero entiendo que se hayan ido enfadados porque el equipo no ha estado fino y no ha trasmitido». Sobre los cambios dijo que «es un equipo que, aunque sea colista, a la contra te puede matar y no quería que el equipo se volviera loco y era importante estar preparado tras pérdida. No quería ir a por el partido descaradamente porque igual en la contra te puede hacer daño y en vez de un punto nos quedaríamos sin nada». J.I.

 

Sin descanso para preparar el derbi contra el Athletic

La Real tendrá esta mañana el habitual entrenamiento post-partido a las 10:30 en Zubieta a puerta abierta y no descansará esta semana. Desde mañana empezará a preparar a puerta cerrada el partido del sábado en Anoeta contra el Athletic (16:15).

 

El juvenil pierde el liderato en su visita al Alavés

El primer juvenil realista perdió ayer el partido ante el Alavés (1-0) y el liderato porque el Numancia ganó 2-0 al Danok Bat y aventaja ahora en un punto a los blanquiazules. El cadete txiki ganó ayer 2-0 al Tolosa y el filial femenino 0-6 en Bergara.

 

Protagonistas

Rulli. Realizó un paradón a remate del Cucho, jugó bien el balón con los pies, pero trasmitió inseguridad en dos acciones que le perjudican.

Zaldua. Volvió a jugar en Liga porque Imanol buscó profundidad con sus laterales, pero ni él ni Theo, al que le dejaron su carril libre para atacar, fueron capaces de generar ocasiones de gol.

Raúl Navas. Volvió al once tres meses después de su último partido y, aunque en alguna acción dio la sensación de estar muy lento, cumplió con su saber estar.

Illarramendi. Estuvieron mejor tanto él como Zubeldia sin balón, que con él. No encontraron pases para romper el entramado defensivo rival.

Merino. Realizó dos de los disparos de su equipo, pero no aporta el juego que se necesita de un media punta.

Sandro. Trabajó bien en defensa, pero está demasiado ansioso en su búsqueda del gol. Oyarzabal también estuvo impreciso y Willian José no encontró ninguna opción de remate y no estuvo acertado en su juego de espaldas.

Honi buruzko guztia: REAL