Arnaitz GORRITI
KIROLBET BASKONIA

Perasovic marca «en rojo» el encuentro frente a Maccabi

Vildoza no pudo entrenarse a causa de un esguince,pero se espera que juegue sin mayor problema. Elclub macabeo va a más tras cambiar de entrenador.

«El partido ante Maccabi está marcado en rojo en el calendario», reconocía ayer el propio Velimir Perasovic, por lo que calificarlo de final o trascendental, aunque sea hiperbólico, lo es menos. Al igual que el año pasado, gasteiztarras y macabeos pelean cara a cara en Zurbano por afianzarse entre los ocho mejores de la Euroliga.

«Jugamos ante un equipo que está con nueve victorias como nosotros. Ya que ganamos allí –por 79-81, con un mate ganador de Poirier–, ganarles otra vez sería un paso importante. Por ello, vamos a tener que jugar muy bien y vamos a necesitar el apoyo del público. Si ganamos nos dará mucha moral y confío en mi equipo, porque tiene las ganas y la calidad para sacar adelante este partido», explicó el preparador de Split

Cuatro triunfos seguidos

Aunque Neven Spahija no sea para nada un mal entrenador, el cuadro macabeo no rindió como se esperaba a sus órdenes. Así, cabe darle un enorme mérito al técnico heleno Ioannis Sfairopoulos al conseguir volver a compactar al Maccabi, al punto de que ha ganado sus cuatro últimos partidos, incluyendo al CSKA de Moscú a domicilio.

«Es el equipo más en forma del momento», admitió Perasovic. «Sobre todo cuando ganas en la cancha del CSKA, te sube la confianza. Tienen un potencial físico y atlético muy importante; muchas veces juegan con cuatro jugadores grandes, usando a Caloiaro de alero todo el rato. Pero además tienen mucho talento individual de anotación, con Wilbekin, O’Bryant y la recuperación de Pargo», analizó el preparador baskonista.

Perasovic explicó que Vildoza no entrenó los últimos días a causa de un esguince, aunque no corre peligro su presencia. Asimismo, el técnico relativizó el calendario que en este último tercio de la Euroliga, sonríe a su equipo. «Tenemos siete partidos en casa y tres fuera, sí. Pero el calendario por sí mismo no significa nada; hay que ganar los partidos», sonreía.