Mis compañeras de Emakumeok Gerraren Aurka quieren que hable de ellas. Después de año y medio de discreta existencia desean que se conozca por qué un día se reunieron y crearon el grupo. En julio de 2016, se organizó la primera caravana de denuncia política contra las medidas de la UE en materia de migración y refugio. Se viajó a Grecia y la experiencia que allí vivimos nos llevó a debates que ratificaron, aún más, la idea de que la tragedia y las muertes que asolaban las costas mediterráneas tenían un culpable claro: el sistema neoliberal que para existir necesita invadir países, robar recursos, controlar la producción de petróleo y organizar guerras que mantengan en alza los dividendos que da la industria armamentista. Con este convencimiento, en octubre de 2016, en un pequeño despacho, siete mujeres crearon Emakumeok Gerraren Aurka. Durante un año el trabajo ha sido silencioso; concentraciones el primero y cuarto viernes de cada mes, hasta conseguir que, en Gasteiz, la gente se detenga ante una pancarta que señala a quien de verdad mata en las guerras, el capitalismo. Hasta hoy, las mujeres de EGA, solo han existido, desde ahora quieren estar presentes. Por eso me piden que hable de ellas. Como la activista Emma Goldman, ellas también quieren advertir al sistema que, ante sus atrocidades, «nunca callaremos».