Joseba VIVANCO
Athletic

Arriba, arriba, arriba...

El equipo de Garitano promedia muchos menos centros al área por partido que el de Berizzo.

Arriba, arriba, arriba... arriba Goiko ese balón, que Sarabia la prepara, viene Dani y mete gol... Cuántas veces se habrá entonado dentro y fuera de la añorada Catedral esta versión ochentera en la que antes era Iribar el que echaba arriba la pelota, Txetxu Rojo el que la ponía y el ‘pichichi’ Carlos quien metía gol. Y es que el Athletic ha solido ser, por antonomasia, un equipo de los de poner el esférico a la olla, de centros y remates, con mejores o peores centradores en sus filas, pero siempre con excelentes rematadores, sobre todo, de testa. Desde la ‘mejor cabeza de Europa’ como era don Telmo Zarra, pasando por Fidel Uriarte, Isma Urzaiz, Fernando Llorente, Aritz Aduriz e, incluso, Raúl García. Una de las improntas de las que el actual entrenador rojiblanco, Gaizka Garitano, ha querido dotar a su equipo tras hacerse cargo del mismo es la de potenciar las llegadas por bandas y los centros al área. Fútbol más directo, con buenos llegadores pegados a la línea de banda y que sirvan balones a quienes esperan el remate. Pero los números, comparados con los que prodigaba el Athletic de su antecesor, Eduardo Berizzo, no es que le den la razón. El hecho es que se centra menos.

En el último encuentro, ante el Barcelona, los leones generaron 17 centros del área, según las estadísticas de OptaSports, con un elevado porcentaje de precisión del 35%, el más alto en el tiempo que Garitano lleva al frente del conjunto bilbaino. En su debut, frente al Girona, en aquel espectacular duelo en ataque, de las botas de los bilbainos salieron 44 centros al área, récord de la temporada, aunque al choque siguiente, ante el Alavés, la cosa quedara en solo 4. Desde aquel entonces hasta ahora, encuentros la mayoría con entre 12 y 15 centros. ¿Qué sucede si comparamos estos datos con los de la etapa previa de Berizzo?

Veamos. Catorce partidos estuvo el argentino en el banquillo vizcaino y solo en seis el número de centros se quedó por debajo de los 15; el resto, la mayoría registraron por encima de los 25 centros al área. Es decir, si con Berizzo el equipo promediaba una media de 19 centros para que los compañeros remataran, con Garitano baja a 14,5.

Solo dos goles de cabeza

El Athletic visita este lunes a un Huesca que si de algo se ufana en ataque es de centrar al área y mucho. Según la estadística de la propia Liga, es el cuarto equipo, tras Eibar, Valladolid y Madrid, que más centros al área lleva esta campaña; el Athletic, por contra, se sitúa a mitad de este ránking. Pero hay otro dato que refleja también cómo al Athletic le está costando sacar rédito a la llegada de sus hombres de banda a la hora de irrumpir por el lateral y poner el esférico en el área. Ahí hay hombres como Yuri, Córdoba, Susaeta, De Marcos, Capa, y para eso se trajo a Ibai en el mercado invernal. No obstante, hay una estadística de la web Fútbol Avanzado que es reveladora: un 45% de esos centros son desde el lateral –en el caso del Huesca es el 53%–, lo que sitúa a los rojiblancos como décimoterceros en este ránking.

Hasta no hace mucho el Athletic era un equipo en el que los centros al área eran una seña de identidad, esa que Garitano dijo querer recuperar. Las cifras parecen no acompañarle tanto, como sucede con el poderío aéreo del que el conjunto bilbaino siempre ha hecho gala: solo dos goles llevan los leones anotados de cabeza este curso. La cuestión es si solo es la falta de Aduriz la responsable.

San José, contento con su aportación

«Un poco de todo. Empecé en la grada, luego fui entrando minutos y con Eduardo acabé jugando de titular. Con Gaizka estoy participando en todos los partidos, de inicio o saliendo, pero contento, sabiendo lo que estoy aportando, que es bueno, pero que también puedo dar más». Así valoraba ayer su participación esta temporada Mikel San José, bastante entonado los últimos partidos en los minutos que ha jugado. El de Atarrabia analizó las diferencias entre Berizzo y Garitano, remarcando que ni una era mala ni la otra es la mejor: «Desde el primer partido de Gaizka ya se vio lo que iba a ser el equipo, muy ordenado, donde no perdemos el sitio, contrario a lo que veníamos haciendo. Un equipo que toma pocos riesgos, que juega en largo, gana balones, crea peligro, y que cuando se tiene que juntar se junta. Son dos sistemas de juego diferentes... con Bielsa llegamos a las finales, éramos bastante desordenados en algunos aspectos y no nos fue mal...», quiso dejar claro el navarro.J.V.