LAB ha elaborado un análisis de la situación de los juzgados de violencia contra la mujer en Hego Euskal Herria, aportando medidas concretas para superar las importantes carencias que tienen. En esa dinámica, varias de sus representantes acudieron ayer a la comisión de Trabajo y Justicia de la Cámara de Gasteiz para exponer el «absoluto desastre» al que se enfrentan.

El sindicato defiende que estos juzgados no disponen de recursos a causa de «falta de interés político» desde que se constituyeron en verano de 2005 en la CAV y en 2007 en el caso de Nafarroa. «Para poder dar a las víctimas de la violencia machista un servicio de calidad, estos juzgados necesitan plantilla formada y estable, para lo que hace falta una organización y unos recursos tanto humanos como materiales adecuados», expusieron. «Faltan muchos recursos y no se ponen», enfatizaron en la comparecencia.

A la central le preocupa que cada día la situación sea más difícil tanto para el personal que los atienden como para las mujeres que acuden a ellos. «En la mayoría de los casos el personal es interino, mientras el personal titular suele huir despavorido de dichos juzgados», denunciaron. Falta también formación en materia de género.

«Parece que a nadie le importa –lamentaron–. Nos venden las bondades del sistema y los avances en materia de género, aunque todo es mentira». A punto de cumplir catorce años de su creación, el funcionamiento, advirtieron, «se hace insostenible e ineficiente». Aseguraron que Lakua y el TSJPV «lo saben perfectamente».

Desvelaron que hay locales, especialmente en las capitales, donde coinciden víctimas y presuntos agresores, o donde también se ven obligados a permanecer menores.

«No hay intimidad y no se respeta la ley de protección de datos», añadieron, sin olvidarse de la ausencia de traducción profesional, que impide saber lo que mujeres agredidas cuentan.

LAB apuesta por que a estos juzgados se les dé «la importancia y consideración que necesitan y que siempre les ha faltado». «Deben ampliarse y extender los delitos machistas, y no solo los cometidos en el ámbito de la pareja», reclamaron.

Hasta un 7% más en Araba

Siguiendo con este tema, las víctimas de violencia machista atendidas en Araba por el servicio Hegoak del Instituto Foral de Bienestar Social aumentaron un 7% en 2018 hasta sumar 652 nuevos casos, una cifra que duplica las de hace una década.

La diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, apuntó a que, entre casos nuevos y antiguos, 1.035 personas recibieron atención sicológica, lo que marca un nuevo techo. De ellas, 881 fueron víctimas adultas de maltrato o abuso sexual, tanto directas como indirectas, mientras que el número de menores atendidos ascendió a 78, bien por casos de abusos o por vivir en un contexto familiar de violencia de género.

También ayudó a 51 maltratadores que solicitaron terapia.

En el caso de las mujeres atendidas, 8 de cada 10 tienen hijos, y casi la mitad de ellos han sufrido directamente la violencia física o sicológica. Por renta, predominan entre ellas las mujeres de poder adquisitivo bajo.