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Argel

La maniobra dilatoria del poder no frena las protestas en Argelia

A tenor de la masiva participación en el cuarto Viernes de la Ira, la renuncia a un quinto mandato del presidente Bouteflika y el retraso «sine die» de las elecciones no frenan las protestas. Al contrario, las espolean y, neutralizada en cierta manera la amenaza interna, los manifestantes alertan contra ingerencias externas, sobre todo del Estado francés.

Una multitud impresionante se manifestó ayer en el centro de la capital de Argelia y en las principales ciudades del país, como Orán y Constantina.

Se trata del cuarto Viernes de la Ira consecutivo contra el entono del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, quien anunció el lunes pasado su renuncia a un quinto mandato y la desconvocatoria de las elecciones, previstas el 18 de abril.

Era imposible aventurar el número de manifestantes, ya que ni las autoridades no los convocantes ofrecían cifra alguna, pero la movilización parecía similar a la del viernes precedente, excepcional para los medios y los analistas argelinos.

En Argel, donde reinaba un ambiente festivo, mujeres, hombres y menores marchaban desde el mediodía por las avenidas, calles y callejas sinuosas y escarpadas alrededor del cruce estratégico de la Grande-Poste, punto emblemático de la capital. Los manifestantes no dejaban de afluir. El cruce y las calles aledañas estaban repletos.

«Si creen que estamos cansados, se equivocan. Aquí no se detiene nadie», señalaba uno de los manifestantes, el doctor Madyid Benzida. Madres y padres llevaron ayer a sus hijos a la marcha, de carácter más pacífico que en otras ocasiones.

«Queremos un futuro mejor para nuestro país», aseguraban los padres de Mohamed Kemime, de 10 años, mientras el clero se sumaba a la conversación pública. «Hay que ser optimistas», declaraba el influyente clérigo Mohamed Abdelkader Haider desde una mezquita en la capital. «Hay que tener paciencia».

Muchos de ellos llegaron desde el extrarradio a Argel, como Naima, de 45 años y que recorrió 350 kilómetros contra «el cuarto mandato prolongado». Lamia, profesora de 30 años, llegó de Bouira, a 80 kilómetros, para denunciar esta «mascarada anticonstitucional».

Bouteflika «ya es historia»

El entorno de Bouteflika acabó cediendo a las exigencias de los manifestantes y prometió una «conferencia nacional», que se entiende como una ampliación artificial de su mandato.

Fuentes del otrora partido único Frente de Liberación Nacional (FLN) anunciaron que Bouteflika «ya es historia» y que su formación debe mirar hacia adelante y apoyar a los manifestantes. Un exministro que forma parte del círculo cercano del presidente sentenció que «se acabó. Bouteflika no tiene más opción que renunciar».

La promesa de un Gobierno de transición de tecnócratas por parte del nuevo primer ministro argelino, Nurredin Bedui, no convenció a casi nadie.

Los lemas de la protestas miraban al exterior, sobre todo a París. «¿Es el pueblo el que decide, no Francia!, Elíseo Stop!. Estamos en 2019, no en 1830 (año de la conquista francesa de Argelia)», advertían.

El titular de Exteriores argelino rinde el martes visita a Moscú

El viceprimer ministro y jefe de la diplomacia argelina, Ramtane Lamamra, viajará el martes a Moscú para que su homólogo ruso, Serguei Lavrov, tenga informaciones de una «fuente directa» sobre la situación en Argelia, anunció la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova.

Rusia, gran aliado y suministrador de armas de Argelia, espera un acuerdo en torno al «diálogo nacional» que garantice la «estabilidad» y la «independencia» del país.GARA