Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

Sin esperar a medianoche

Hay ejercicios que hay que realizar cuando una es mujer, entre ellos aprender a caminar por aquellos espacios públicos por los que no nos enseñaron a transitar con comodidad.

Es en estos lugares públicos donde, en muchos casos, nuestro destino se vincula al estar y ser sujetos pasivos. Transitamos por eso que venimos reconociendo colectivamente como el espacio público-profesional sin que este llegue a reconocernos a nosotras como seres visibles con identidades propias. Caminamos sin que exista una “Historia”, llamémosla “Total”, que nos abrace a todas y en la que habitemos como seres plenos.

Esperar a que el estado de las cosas cambie por arte de magia, sin pasar a la acción equivale a esperar a Maiakovski hasta medianoche, como hizo Dziga Vertov. Lo hizo, esperó hasta medianoche, pero el poeta ya no existía. Si aguardamos a que el estado de las cosas cambie, con la esperanza como única herramienta, el cambio jamás llegará y seguiremos esperando hasta la medianoche.

Para apropiarse de los espacios tomados por esa fuerza que parece invisible, es necesario desacralizarlos, introducir la vulgaridad del día a día, las pequeñas batallas, los combates cotidianos, para lograr así que la brújula nos lleve por los “lugares-lugares”, esos que han sido negados a las personas alejadas de los discursos hegemónicos.