Esta vez tampoco ha podido ser. Después de dos intentos de hacer cumbre invernal en el Everest (8.848 metros), la montaña más alta del planeta, Alex Txikon deberá dejar para otra ocasión su ascenso al K2 en esta época del año. El vizcaino llegó ayer «bien» hasta el campo base de la segunda montaña más alta (8.611 metros) después de abandonar el intento de hollar la cima de este ochomil.

Los alpinistas y montañeros dicen que una cumbre no se alcanza hasta no haber descendido al campo base sano y salvo. Este es el mensaje que publicaba ayer por la mañana Alex Txikon en sus redes cuando tomaban la decisión de descender: «Estamos bajando, el fuerte viento nos ha impedido seguir adelante con nuestro sueño. Contentos de volver todos juntos. La montaña no se moverá».

Asimismo, unas horas más tarde, después de abandonar su aventura dejando el K2 sin ser ascendida en temporada invernal, el alpinista vizcaino añadió en las redes sociales que «acabamos de llegar al Campo Base, estamos todos bien».

El equipo de apoyo de Txikon ya había informado previamente a la agencia Efe que el de Lemoa, y los sherpas Cheppal y Pasang regresaban «sanos y salvos» al Campo Base desde una altura de unos 7.000 metros, donde pasaron la noche del sábado al domingo, debido a que el viento les dificultaba mucho seguir con la ascensión.

El Cuello de Botella, tampoco

Txikon se había planteado el ataque final este fin de semana porque una ventana de buen tiempo podría haberle facilitado cumplir el exigente reto, y también porque está a punto de llegar la primavera. Aunque ya el sábado veía casi imposible alcanzar a la cumbre.

Por ello, se había planteado llegar al menos al Cuello de Botella, un paso a unos 400 metros de la cima, a una altura de 8.200 metros a donde nadie había llegado en invierno. Pero al final tampoco fue posible ese segundo objetivo y Alex Txikon y sus compañeros regresaron al Campo Base, a donde confirmaron que llegaron «todos bien». El reto queda para otro año.