En Tenerife salió cruz. No siempre una propuesta futbolística atractiva es sinónimo de recompensa asegurada. Es lo que le sucedió a Osasuna en el Heliodoro Rodríguez López, un escenario maldito donde los haya, como se pudo comprobar en la noche del viernes. Sin embargo, pese al resultado adverso –hay que recordar que los rojillos no perdían desde mediados de enero–, es necesario destacar su fidelidad a una idea que la llevan hasta las últimas consecuencias.

Cierto que al vestuario le costó casi un par de meses de competición amoldarse a los criterios de juego predicados por Jagoba Arrasate, pero conforme ha ido avanzando la temporada los jugadores se han ido empapando de un estilo que ha premiado la seductora apuesta. La calidad que tiene el equipo en tres cuartos posibilitó que el apartado ofensivo fuese lo primero en funcionar, después vino asimilar una presión sobre el rival que necesitaba de una importante dosis física y, finalmente, llevar esa misma eficacia al apartado defensivo.

La verdad es que este último aspecto volvió a quedar en entredicho en el tramo final del encuentro ante el Tenerife, aunque también es obligado reseñar que hasta ese momento la escuadra navarra apenas había pasado por serio peligro. A las críticas que han señalado que el equipo rojillo fue demasiado audaz y debía haber guardado mejor la ropa se puede contraponer que meterse a defender en propia área tampoco hubiera garantizado hacerse con los tres puntos. Es más, perder con esa estrategia hubiese dejado mucho peor sabor de boca entre la parroquia osasunista.

Se echó en falta a Oier

Es patente que el éxito de Osasuna radica en funcionar como un bloque, pero también es irrefutable que las individualidades han marcado la diferencia en un buen número de episodios ligueros. Aunque Luis Perea realizó un partido notable teniendo en cuenta su inactividad, sí que es incuestionable que en ese tramo en el que el cuadro navarro debió frenar el ímpetu local, se echó en falta el oficio de Oier.

Su físico en aquellas fases de los envites en las que al resto les falta el fuelle y su experiencia en mil batallas le dan el suficiente equilibrio y poso al equipo como para aguantar el empeño rival y cerrar aquellos huecos por los que el Tenerife exprimió su ansiedad para obrar una remontada que ni el propio conjunto canario esperaba.

Si algo cabe esperar y no se puede dudar de ello, es que este bloque de autor reaccionará este próximo fin de semana ante la visita del Extremadura para volver a dejar patente su intratabilidad como anfitrión, apoyado en el talismán de su hinchada.

«Nos ha dado más de lo que nos ha quitado»

No le faltaba razón a Jagoba Arrasate, tras caer su equipo de manera inesperada en Tenerife. «Esta idea y forma de jugar nos ha dado más de lo que nos ha quitado. Podíamos haber sido conservadores, buscando defender más, incluso metiendo a un central más, como en algún otro partido, pero es que se veía más cerca el tercer gol nuestro. Hemos apostado por cerrar el partido de esta forma, en lugar de replegar líneas. Por primera vez, ha salido mal», argumentaba el técnico vizcaino.

«Al final, sabemos cómo somos fuertes: haciendo un gol, buscando el segundo y no especulando. Veíamos cerca el tercero, pero no lo hemos hecho y luego, en una jugada desafortunada, se han metido en el partido. Había dos opciones: o replegar y defender, o buscar el tercero. Hemos optado por esta segunda opción y, al final, no ha resultado. Si hubiésemos hecho nosotros el tercero, no habría llegado todo lo demás», comentó el entrenador de Berriatua.

Ahondando en la cuestión, el míster rojillo desveló que «en el descanso lo hemos hablado. Sabíamos que lo importante era hacer el tercer gol y creo que hemos tenido ocasiones de sobra». Sin embargo, no se acertó en la segunda mitad como en la primera y «cuando no terminas matando el partido, das pie al rival. Y el Tenerife no es la primera vez que remonta un partido. Con los cambios ofensivos, han logrado ese arreón y nos han dado la vuelta», explicó.

Una mala experiencia, de la que se puede tomar buena nota a futuro. «Esto nos tiene que doler, nos tiene que escocer, pero nos debe servir de aprendizaje. Va a haber momentos duros porque el premio es muy gordo, pero no nos tiene que afectar. Lo que queda es lo suficientemente importante como para quedarnos mirando atrás», especificó.

Tras una derrota, más si es de este tipo, los jugadores lo que quieren es que llegue el siguiente envite cuanto antes. «Jugamos en casa, con el aliento de la afición. Ojalá hagamos una buena semana y ganemos esos tres puntos, que también van a ser muy importantes», aseguró en referencia al duelo que le aguarda a la escuadra navarra contra el Extremadura este domingo. N.M.

La plantilla tiene doble jornada de descanso

Tras regresar de Tenerife y no disponer de descanso la semana pasada, Jagoba Arrasate dio doble jornada de fiesta a la plantilla osasunista, que no entrenó ayer y tampoco lo hará hoy. Será a partir de mañana cuando la escuadra navarra preparará el duelo frente al Extremadura de este domingo.

En principio, recuperará a Oier y Juan Villar

En principio, el técnico rojillo dispondrá para la próximo jornada liguera con dos de sus futbolistas más importantes. Oier volverá al equipo después de cumplir un partido de sanción y Juan Villar se espera que entrene con normalidad y esté disponible para jugar contra el conjunto extremeño.