Anjel Ordoñez
Periodista
JO PUNTUA

Abril

En España están de precampaña, así que hablaré del tiempo y otras curiosidades. Todavía un poco despistados por el cambio horario, hoy recibimos a abril, un mes complejo. Ya se oye cantar al cuco por los bosques, así que si suben al monte no se olviden de llevar unos euros encima, para que esta simpática ave les ayude a tener el bolsillo lleno todo el año. Digo ave, pero afino más si le llamo pájaro, porque este insectívoro posee la dudosa costumbre de vaciar los nidos ajenos para poner los huevos propios. Así se ahorra el trabajo de construir el nido y de cuidar los huevos. Pájaro, repito, y cuco, muy cuco.

Con la primavera recién estrenada, abril se echa a las espaldas la responsabilidad de las futuras cosechas. Se esperan aguas mil y temperaturas amables, pero ojo porque, como en los encierros más estremecedores, el invierno se da la vuelta y te suelta una cornada en forma de granizos y heladas, cuando no de tormentas y temporales. Pero si el tiempo acompaña, será buen mes para el espárrago navarro, muy rico en vitaminas y potasio. También para la alcachofa, que tanto ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial. Además, esperamos encontrar en la pescadería brillantes anchoas y tersos verdeles, aunque estos últimos seguirán siendo caros de ver por la drástica reducción de las cuotas que decide Bruselas y sufren los arrantzales.

Hoy, por cierto, es el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo. Si bien al primer golpe resulta un poco extraño, escuchen a sus promotores: «el buen humor ayuda a tener una mayor productividad, ya que fomenta la creatividad y ayuda en la toma de decisiones. Trabajar en un ambiente positivo nos libera del estrés y hace que todo fluya más fácilmente». De la necesidad, virtud. A eso me suena.

En fin, el viernes comienza en Gares la edición número 21 de Korrika, «Klika». Durante diez días y sus respectivas noches, recorrerá la geografía vasca con el firme objetivo de reivindicar la normalización del euskara como idioma de los vascos a través del compromiso individual y social. En el camino encontrará sol y buen tiempo, pero también aguaceros que capear. ¡Korrika!