Ocho años han pasado desde la anterior ocasión en la que Stade Toulousain se clasificó para una semifinal de Champions Cup. Los rojinegros cayeron entonces ante el que posteriormente sería el campeón, Leinster. Era el segundo título de los irlandeses.

Un año antes, en mayo de 2010, Toulouse había certificado su reinado en el Viejo Continente conquistando su cuarto título en una final disputada en París frente a Biarritz Olympique. Parece que fue ayer. ‘O tempora, o mores’, escribió Cicerón.

Era el canto del cisne de los labortanos, en una cuesta abajo que les llevó al descenso de categoría y que actualmente les mantiene en la zona media de la ProD2. Mientras, en lo que llevamos de década, Leinster ha tenido tiempo de dar caza a Toulouse en el palmarés, cuatro Champions por barba.

En este contexto, el antiguo monarca resurge de sus cenizas para defender su trono ante el nuevo. Volverán a verse las caras en Dublín, como en 2011. Será el 21 de abril, domingo, por una plaza en la final de Newcastle.

Para ello, Stade Toulousain se impuso el pasado fin de semana en La Défense Arena al vigente subcampeón, Racing (21-22). Que dicho así puede sonar a sorpresa, pero no lo es si recordamos que Toulouse impone su ley con mano de hierro en el Top-14 y que aventaja en 20 puntos a los parisinos, cuartos en la tabla.

Lo que da más valor son las circunstancias concretas. En el minuto 22, el viento soplaba de cola para Racing, al ver el apertura tolosano Zach Holmes una roja directa por meter el hombro en el cuello de Juan Imhoff. El marcador mostraba un 10-7, con ensayos del labortano Thomas y de Dupont.

Con uno menos, Toulouse fue capaz de sumar un parcial de 0-12 antes del descanso, gracias a los ensayos de Médard y Dupont, doblete para el joven 9 de la selección francesa.

La segunda mitad fue un ejercicio de supervivencia. Machenaud tuvo una transformación ganadora, pero estaba pegado a la cal y no atinó.

Leinster tampoco lo tuvo fácil para dejar fuera de juego a sus vecinos norteños de Ulster (21-18). Dieron primero los visitantes con un ensayo de Treadwell, replicó Ross Byrne.

Con 11-13 se llegó al descanso. El ensayo de Adam Byrne y la conversión ponían el 18-13, Marshall equilibraba el marcador en el 63, pero a 9 minutos del final, Ross Byrne –el apertura sumó 16 puntos– pateaba entre palos el golpe de castigo definitivo.

El defensor del título confirmaba que sigue en la carrera, por lo que uno de los dos finalistas estará en condiciones de llevar su quinto título a las vitrinas y deshacer el actual empate.

Adiós a los escoceses

Por el otro lado del cuadro pelearán Saracens y Munster, verdugos en cuartos de los dos representantes escoceses, Glasgow Warriors y Edimburgo.

Los londinenses se dieron un festín a cuenta de los Warriors (56-27). La excepción en unas eliminatorias muy apretadas. Justo se había cumplido un minuto cuando los visitantes posaban por medio de Ali Price. La maquina de picar carne ni se inmutó, puso en marcha su motor y fue triturando lo que tenía enfrente.

Doblete de Liam Williams y otro para Strettle en un festival con diez ensayos, siete y tres por bando, respectivamente. Saracens, un equipo serio y riguroso como una madrastra victoriana, dándoles a los alocados Warriors de su propia medicina. Cosas veredes. Y eso sin Owen Farrell, que fue baja porque su mujer, Georgie, estaba de parto.

La marea roja de Munster se desplazó en masa hasta el mítico Murrayfield para apoyar a los suyos frente a Edimburgo. Otro pase agónico (13-17) con protagonismo para el más listo de la clase, Keith Earls, autor de los dos ensayos visitantes.

El ala de Moyross, con ‘solo’ 1,78 metros de estatura, es la antítesis de esos armarios roperos que campean por los estadios de hoy en día, incluso en su posición. La prueba de que, afortunadamente, el tamaño no lo es todo. No han faltado tras este duelo críticas a la tarea arbitral, al entender que ciertas decisiones barrieron hacia el lado del conjunto con más cartel.

La semifinal entre Saracens y Munster, el sábado 20 de abril, se disputará en el Ricoh Arena de Conventry, a casi 200 kilómetros al norte del feudo de los londineses. Cosas de la organización.

Challenge Cup

También se conocen ya las semifinales de la Challenge Cup, segunda competición europea de clubes, con doble duelo anglofrancés, ambos en terreno galo: Clermont-Harlequins y La Rochelle-Sale Sharks.

Clermont y Northampton se decantaron por intercambiar golpes, hasta siete ensayos locales –sendos tripletes para Betham y Penaud– y cinco visitantes (61-38).

Menos show y más emoción hubo en el derbi inglés entre Worcester y Harlequins, con victoria londinense (16-18) después de remontar en el último cuarto de hora un 13-8 adverso.

La Rochelle se deshizo sin excesivas apreturas de Bristol Bears (39-15), mientras que a Sale le bastó la primera mitad para adquirir una ventaja suficiente frente a Connatch (20-10).