Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Nos hacemos mayores

40 años después de que Maradona conociera a Pelé, Mbappé, cuyo hermano pequeño ya destaca en el alevín del PSG, hace lo propio.

Un 9 de abril de 1979, la revista argentina ‘‘El Gráfico’’ conseguía reunir a los pies de Copacabana, en la misma fotografía, departiendo sentados, uno al lado del otro, en un sofá, e, incluso, una guitarra de por medio, al grande Edson Arantes do Nascimento con un casi adolescente ‘carasucia’ llamado Diego Armando Maradona. En la imagen, junto a ambos, el papá de ‘El Pelusa’ y su hermano del alma y representante, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, Jorge Cyterszpiler. Unos meses después, el ‘10’ de Villa Fiorito, al que el ‘Flaco’ Menotti había dejado fuera del Mundial de la Dictadura, se proclamaba campeón mundial juvenil en Japón y nombrado mejor jugador del torneo. O Rei había colgado las botas dos años atrás. «Haberle conocido es como el Mundial que no tuve», se confesaba Diego. «Ahora quiero contarles a todos», añadía con el corazón saliéndose del henchido pecho.

A principios de este mes de abril, Pelé, internado después de urgencia en un hospital parisino, coincidía por primera vez, en un acto publicitario, con el joven veinteañero llamado, parece, a recoger un día el testigo de Leo Messi o Cristiano Ronaldo. «Tu forma de jugar, tu estilo es el de un brasileño», halagó el ídolo carioca a Kylian Mbappé, quien reconoció era un sueño poder compartir, como Maradona 40 años atrás, unos minutos de charla con uno de los más grandes, sino el que más. El brasileño ganó su primer Mundial con 17 años, el francés, con 19; ambos acumulan sueños cumplidos. El delantero del PSG decía no ponerse metas, que mejor «hacer cuentas al final», como Pelé, al que solo un reto le quedó en el tintero: hacer cinco goles de cabeza en el mismo partido como su padre. Pero superó la barrera de los 1.000 tantos, lo que para Mbappé es una quimera, a la que dice poder aspirar «si me dejan contar los de los videojuegos». Con 20 años suma ya 75 en 130 partidos oficiales.

Su club, el millonario PSG, solo necesitaba la victoria este domingo ante el Estrasburgo en el Parque de los Príncipes para proclamarse campeón a falta de siete jornadas, tras el empate concedido por el Lille un día antes, el único que podía plantarle algo de sombra, a 20 puntos de distancia. Pero ni sacando a Mbappé desde el banquillo para arrinconar a un Estrasburgo que venía de ganar la Coupe de la Ligue, ni con el exculé Dani Alves jugando de segundo delantero, los de Thomas Tuchel pasaron del 2-2, lo que retrasa su alirón a este fin de semana.

Un portero isaraelí de 71 años

Al mismo tiempo, en un mucho menos trascendente Angers-Stade Rennais, un adolescente de 16 años y 4 meses, de nombre Eduardo Camavinga, se convertía no solo en el jugador más joven de la historia en debutar en el mismo equipo que en su día lo hizo el barcelonista Ousmane Dembelé, sino que el franco-angoleño se consagró como el primer futbolista nacido en 2002 o después, en jugar en una de los cinco principales campeonatos de Europa. Aunque para hito, y como sostenía Santiago Bernabéu, aquello de que «no hay jugadores jóvenes o viejos, los hay buenos y los hay malos», el del guardameta nacido en Baiona, 32 años, Stephane Ruffier, que alcanzaba los 400 partidos con el Saint-Etienne.

Leyenda de Les Verts desde su llegada en 2011 al club del Ródano, será difícil que se mantenga bajo palos tanto tiempo como un israelí llamado Itzhak Hayk, desconocido para todo el mundo mundial salvo para su club, el Maccabi Ironi or Yehuda, de la quinta división de su país, y que a sus 73 años acaba de batir un Récord Guinness como el de ser el más veterano en disputar un partido oficial. El registro anterior lo ostentaba Salvador Reyes, quien disputó un encuentro con el Chivas mejicano a los 71 años. Lo hizo en 2008, cuando los de Jalisco quisieron homenajear a toda una generación de futbolistas dando la titularidad a este histórico delantero en el primer partido oficial de la temporada. Fueron 50 segundos y tres balones tocados; en la grada estaba su padre, que fallecía ocho días después. Cuatro años más tarde lo hacía Salvador Reyes, ‘Chava’.

Dos generaciones se juntaron, pero dentro de una cancha, en 2014 cuando el brasileño entonces de 41 años y ex del Barça Rivaldo se enfrentó con su hijo de 18 años, Rivaldinho, en el campeonato Paulista. Hoy, el vástago juega en Rumanía, donde este fin de semana se pudo verle anotar un gol en la Copa, asistido por el hijo de otro exculé y no menos legendario, Gica Hagi, el ‘Maradona de los Cárpatos’. Síntoma de que nos vamos haciendo mayores.

El Bayern vuelve a ser líder

Como mayores son quienes vieron romper redes a Gerd ‘Torpedo’ Muller, quien hasta este fin de semana ostentaba el récord, desde 1970, de máximo goleador del clásico de la Bundesliga entre Bayern de Munich y Borussia Dortmund. Hasta que llegó un polaco de nombre Robert Lewandowski para superarle. 17 goles, los dos últimos en el decisivo duelo que ambos jugaron en el Allianz Arena y que acabó con un inapelable 5-0 para los bávaros. Los renanos, con Marco Reus recuperado, llegaban con dos puntos de ventaja en la tabla, y pierden el liderato tras la cuarta paliza consecutiva que los bávaros les infligen en su estadio: 5-1, 4-1, 6-0 y 5-0. Por cierto, gol de Javi Martínez.

Al Dortmund le hubieran venido bien los goles del joven talento sueco Alexander Isak, 19 años, cedido en enero al Willem II de la Eredivisie, que esta jornada le marcó al Ajax y ya acumula 12 dianas en 11 encuentros, en la anterior fecha tres de penalti en el mismo partido, logros que le han llevado a la internacionalidad. Por cierto, el 87% de los goles del Willem II los marca un jugador extranjero. Ni siquiera comparable al AEK Larnaca chipriota, el FK Senica serbio o el Çaykur Rizespor Kulübü turco, donde representan el 100%.

Los de Renania se las prometían felices y ahora ya no dependen de sí mismos en la Bundesliga. Quien sí acaricia su octavo Scudetto consecutivo es la dictatorial Juventus. Esta jornada se las veía con el Milan y si bien el goleador polaco Piatek –se pronuncia ‘Piontek’– adelantó a los rossoneri de Gennaro Gatusso, Dybala empató y, cómo no, el jovencito –y seguimos haciéndonos mayores– Moise Kean –pronunciado ‘Ken’– dio la vuelta al marcador; anota un gol cada 58 minutos, bestial lo del chaval. Con empatar el sábado ante la SPAL saldrá campeona la Vecchia Signora, con nada menos que veinte puntos de ventaja ahora sobre los napoletanos, 84 en la tabla, récord del campeonato. En los 80 años de Serie A nadie ha logrado ganar la liga faltando 7 jornadas por jugar.

Liderato que ostenta en la Major League Soccer el equipo de Los Ángeles FC, primero no solo en la Conferencia Oeste sino de toda la competición con cero derrotas, gracias a la efectividad goleadora del exrealista Carlos Vela, elegido mejor jugador de marzo por sus 6 goles y 3 asistencias. Quién sabe si un día, pero dentro de mucho, Mbappé siga sus pasos en Estados Unidos, o los de todo un Zlatan Ibrahimovic que sigue deslumbrando justo cuando este 9 de abril se cumplían 18 años de sus primeros goles en la liga sueca, contra el AIK de Solna, el mismo equipo ante el que un hace mucho adolescente Pelé se estrenó con el primer equipo del Santos en un amistoso. Vueltas que da la vida. Como al citado Mbappé, cuyo hermano pequeño, Ethan, de solo 13 años y en el alevín del PSG, acaba de ser incluido en una lista de 48 preseleccionados por la Federación francesa, de los que escogerá a los 23 que ingresarán en la prestigiosa academia de Clairefontaine. Buenos o malos, que diría Bernabéu, pero nosotros nos hacemos mayores.