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TRÍPOLI

Haftar sigue bombardeando Trípoli ante la desunión internacional

La comunidad internacional seguía dividida sobre la ofensiva lanzada por el mariscal Jalifa Haftar sobre Trípoli, sede del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) avalado por la ONU. La capital libia fue objetivo el martes de bombardeos que dejaron seis muertos, lo que eleva a 205 las víctimas mortales y a 913 las heridas de una ofensiva que ha provocado ya 18.000 desplazados, según la Organización Mundial de la Salid (OMS).

Desde su inicio el 4 de abril, las milicias del Ejército Nacional Libio de Haftar siguen frenadas al sur de la capital, aunque su oficina de prensa anuncia avances diarios.

Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía en Nueva York, seis personas, de ellas tres mujeres, morían en bombardeos en los barrios residenciales de Abou Slim y de Al-Antissar, en el sur de la capital.

El líder de la GNA, Fayez al-Sarraj, denunció a su rival Haftar por «criminal de guerra». Las fuerzas del mariscal trataron de desmarcarse de los ataques y acusaron a «milicias terroristas que controlan la capital de tirar misiles tipo Grad y obuses» sobre la ciudad.

Las autoridades de la GNA, que acusan a París de apoyar al mariscal, emitieron ayer una orden de arresto contra el Haftar y seis de sus asesores en respuesta al mandato emitido por el ENL contra Al Sarraj.

Bloqueo de Rusia

En Nueva York, un proyecto de resolución reclamando un alto el fuego seguía bloqueado por Rusia, que ya la semana pasada vetó un proyecto similar y exigió eliminar toda referencia a Haftar, el «hombre de Moscú» en Libia, y a su ofensiva.

Pero la Rusia de Putin no es el único sostén internacional del mariscal. La Francia de Macron ha bloqueado iniciativas similares en la UE.

El mariscal Jalifa Haftar cuenta con el apoyo militar de las satrapías del Golfo de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes Unidos y del régimen militar egipcio.

El emisario de la ONU en Libia, Ghassan Salamé, advirtió ayer sobre el riesgo de «una conflagración generalizada» alentada por la división internacional.

En el transcurso de una entrevista a AFP consideró que los países del Consejo de Seguridad «deben ser mucho más activos y estar mucho más unidos para contener una conflagración generalizada» en el país, que se encuentra en situación de «impasse militar» tras los «primeros éxitos» de las fuerzas de Haftar.

Salamé llamó la atención sobre los intereses en juego en el país petrolero. «Hay países que tomaron antes a Haftar como un campeón de la lucha antiterrorista y es verdad que Haftar fue muy activo según ellos y consiguió en Bengasi, Derna (este), y más recientemente en el sur, neutralizar células terroristas. No van a dejarlo ahora aunque no estén de acuerdo con el ataque contra Trípoli», declaró, sin nombrar ningún país.