Oier Lazkano (Adurza, Gasteiz, 1999) ganó el domingo en Durana su primera victoria de la temporada tras las cuatro que logró la pasada como debutante en la Vuelta a Segovia, Muxika, Escalante y Cos. Su mérito es mayor porque al ser tan joven, cumplirá veinte años en noviembre, y estar en un equipo con muchos corredores que se juegan su pase al profesionalismo, no tiene muchas oportunidades. Así ha entrado en el bloque de la Copa de España para trabajar para el ya profesional Joel Nicolau y Sergio Román Martín y en las dos carreras que su equipo ha trabajado para él fue cuarto en Ereño y ganó en Durana. Además acabó tercero en Urraki tras entrar en la fuga.

La victoria del domingo fue especial porque «es donde entrenamos todos los días, es muy bonito. Había dos pasos por Gatzaga en los kilómetros 50 y 100, a veinte de meta. En el primer paso me vi bien y, como conocía el puerto, sabia donde tenía que atacar. Lo hice a 300 metros, no me pudieron seguir, coroné con diez segundos y me fui hasta meta. Tenía compañeros en el grupo de atrás, que hacen que no se pongan a tirar tan fuerte. Tuve 40-50 segundos y no pudieron alcanzarme».

Asume que en Caja Rural las oportunidades que le dan los directores hay que aprovecharlas porque «es un equipo muy grande y cuando alguien dice que tienes que confiar en él hay que responder. Si alguien dice que va a ganar y no da el nivel que se espera no se vuelve a confiar en él. Hay que medir muy bien eso y cuando pidas al equipo que confíen en ti que sea por una buena razón. Tenemos un gran equipo y solo puede ganar uno y alguien tiene que trabajar. Es un equipo que si trabajas salen las cosas y no me importa trabajar unos días porque otros trabajarán para mí».

«Queremos seguir la racha»

En las últimas semanas los líderes responden y las victorias se acumulan, con cuatro corredores entre los cuatro primeros el jueves en Durango: «Nos costó bastante empezar, pero el 31 de marzo logramos las dos primeras victorias en Torredonjimeno y Gorla y desde entonces estamos muy bien y hemos ganado casi todas menos Valenciaga y Urraki. Parece que el equipo ha cogido la racha y a ver si podemos mantenerla otro mes».

Correrá el sábado en Lazkao, Santikutz, Macario y las Vueltas a Bidasoa y Nafarroa y tiene claros sus objetivos: «Quiero estar muy bien en Bidasoa y en los campeonatos de España, son las dos carreras que tengo marcadas desde el principio de año. Bidasoa es una vuelta que no es perfecta para mí, pero no se aleja mucho de mis características y tengo una buena forma. Navarra es un objetivo más para el equipo, pero también si no es para ganar iré a ayudar a los compañeros. Más a largo plazo me gustaría dar un gran nivel en los campeonatos de España porque es el objetivo que prepara todo le mundo».

Sueña con imitar lo que hizo Iñigo Elosegui el año pasado al ganar el campeonato en su segundo año amateur. Los dos deslumbraron en su etapa junior y han sido capaces de confirmar las expectativas y Lazkano reconoce que es una referencia para él: «Llevamos desde juveniles juntos, es un compañero de pelotón que tienes como referencia porque te fijas en la gente que anda bien».

Una generación de mucho nivel

Cuando coincidieron en junior Lazkano logró seis victorias y en el segundo año sin él diecisiete pese a tener rivales de la mejor generación de las últimas décadas, Unai Iribar e Ibon Ruiz. «Si compites con gente que tiene un nivel muy bonito, al estar en las mismas carreras vas a conseguir un ritmo muy bueno y hace que si ganas la victoria sea más importante todavía».

De todos ellos es el que más victorias lleva como amateur pese a su juventud. «El año pasado empecé con una rotura de clavícula, pero al final a base de esfuezo cogí el ritmo bastante fácil, me adapté muy bien a la categoría y conseguí un año muy bonito. Sé que ando bien y para ser de segundo año el equipo confía en mí, pero lo que dice la gente no me afecta. Sí que es verdad que somos tres corredores que vamos muy bien, pero las expectativas que tengan los demás no me van a dar más o menos. Debo seguir entrenándome. Eso está claro».

Es uno de los que se da por hecho que llegará a profesionales, pero «no tengo ninguna prisa. Por suerte en casa no hace falta el dinero y lo que quiero es seguir creciendo y cuando llegue el momento pasaré. No tengo ninguna necesidad de pasar ya. Cuando el equipo vea que estoy preparado para pasar lo haré. Lo que quiero es seguir aprendiendo y disfrutar de la categoría. Dentro de carrera me falta bastante sangre fría y paciencia, me falta saber desenvolverme mejor. Los números que doy son buenos y se trata de sacarles el máximo rendimiento».