Joseba ITURRIA
Giro de Italia

A por el rosa sin olvidar el amarillo

Landa, Roglic, Dumoulin y Nibali parten entre los principales favoritos junto a Simon Yates y López antes de buscar el podio en el Tour.

El Giro comienza hoy en Bolonia con una crono individual de 8,2 kilómetros y una participación de un nivel muy alto después de que Froome y Dumoulin demostraran el año pasado que se puede subir al podio en la prueba italiana y el Tour en un margen de menos de dos meses como lo había logrado Marco Pantani en 1998 antes de que su éxito quedara cuestionado por los controles antidopaje.

Ahora el ciclismo ha cambiado mucho y Mikel Landa, Vincenzo Nibali, Primoz Roglic y Tom Dumoulin tomarán la salida hoy en Bolonia con el objetivo de buscar el podio final, pero sin descartar buscar lo mismo en julio en el Tour, aunque este año hay una semana menos de margen entre el final del Giro y el inicio de la segunda grande de la temporada. Esta temporada solo hay 34 días de diferencia por los 41 de la pasada, lo que ayudaba a recuperarse de los esfuerzos de la prueba italiana para disputar la francesa.

Para buscar el mejor rendimiento en las dos pruebas los cuatro han reducido su calendario previo. Mikel Landa se presenta en la salida del Giro con solo 17 días de competición, con una victoria en Coppi Bartali, donde fue cuarto en la general, un segundo puesto en la etapa reina de Asturias, donde regaló la victoria a Carapaz, y séptimas plazas en la general de la Itzulia y en la Lieja.

Primoz Roglic llega con veinte días repartidos en las tres vueltas del World Tour que ha disputado y ganado. Además ha ganado cinco etapas y ha sumado cuatro segundos puestos y tres terceros. Tras este inicio y su cuarto puesto en el Tour parte como principal favorito.

Tom Dumoulin llega con solo 16 días de competición con un calendario muy similar al de Roglic. Fue sexto en UAE Tour y cuarto en Tirreno y desde entonces solo ha corrido en San Remo y en la Lieja.

Vincenzo Nibali ha corrido más, pero solo 22 días. También eligió UAE Tour y Tirreno y además disputó Strade Bianche, San Remo, Tour de Alpes, donde acabó tercero, y Lieja. A sus 34 años parece estar en el declive de su carrera tras ganar un Tour, dos Giros y una Vuelta y acabar entre los siete primeros trece de las catorce grandes que acabó desde 2009 a 2017, pero siempre hay que respetarlo.

Más favoritos son Roglic tras acabar cuarto en el Tour, primera grande que peleó, y Dumoulin, que ganó el Giro de 2017 y el año pasado fue segundo en la prueba italiana y el Tour. Mikel Landa quiere recuperar su nivel que le permitió ser tercero en el Giro de 2015 y cuarto a un segundo del podio en el Tour de 2017 y junto a ellos completan el sexteto de principales favoritos Simon Yates y Miguel Ángel López, que disputarán Giro y Vuelta como el año pasado. Entonces el inglés perdió la maglia rosa en la última semana cuando fue el más fuerte de las dos primeras y ganó en Madrid, mientras el colombiano acabó tercero en las dos pruebas.

En un escalón inferior aparecen corredores como Zakarin, Majka, Jungels, Carapaz, Pozzovivo, Sivakov y los vascos del Astana Pello Bilbao, sexto del año pasado, y Ion Izagirre, ganador de la Itzulia, que solo tendrán su opción si falla Miguel Ángel López. Mikel Nieve, Markel Irizar en su última grande y Víctor de la Parte completan la relación de vascos participantes mientras que, en la nómina de sprinters, destacan Viviani, Gaviria, Ewan, Démare, Modolo o Nizzolo. Participan los 18 equipos del World Tour y el Israel, Androni, Bardiani y Nippo como equipos invitados.

Tres cronos decisivas

A pesar de que el Giro tendrá etapas de mucha dureza, aunque menos de lo habitual, las tres cronos son muy propicias para que Roglic y Dumoulin partan como claros favoritos. La primera de hoy de Bolonia de 8,2 kilómetros presenta seis llanos y dos de subida final al Santuario de San Luca. Dumoulin será el primero en salir a las 16:50 y le seguirán los principales favoritos, con Mikel Landa a las 17:02. Salvatore Puccio (Ineos) será el último en salir a las 19.45. La segunda crono de la novena etapa tendrá 34,8 kilómetros y acabará en San Marino con una ascensión final de 12,2 kilómetros al 4,5% y la tercera, con la que acabará el Giro en Verona, es más llana, tendrá 17 kilómetros, pero también presenta subidas.

Los escaladores tendrán menos montaña que en anteriores ediciones con cinco llegadas en alto en Ceresole Reale, Courmayeur, Anterselva, San Martino di Castrozza y Croce d'Aune Monte Avena. La primera llega en la decimotercera etapa con un puerto situado a 2.247 metros de altitud tras 20,3 kms. al 5,9% tras superar antes el Colle del Lys (14,9 al 6,4%) y el Pian del Lupo (9,4 km al 8,7 %). Al día siguiente espera la segunda dosis alpina con dos puertos de Primera y otros dos de Segunda en apenas 131 kilómetros antes de acabar en Courmayeur.

Pero la mayor dureza está concentrada en la última semana. En la decimosexta etapa se suben Passo Gavia, 16,5 kms. al 8 %, cima Coppi con sus 2.618 metros, y el Mortirolo, 11,9 kms al 10,9%. La antepenúltima etapa acaba en San Martino di Castrozza (13,6 kms. al 5,6 %) y la jornada reina será la penúltima con 194 kilómetros que incluyen las subidas a Cima Campo (18,7 kms. al 5,9 %), Passo Manghen (18,9 kms. al 7,6%), Passo Rolle (20,6 kms. al 4,7 %) y Croce d'Aune (11,1 kms. al 5,5%) antes del final en Croce d'Aune Monte Avena (6,9 kms. al 7,3 %).