Alberto Fernández reconoce que «ha sido una cosa sorpresiva. Cristina tenía todas las condiciones para llegar a la Presidencia y para competir y decidió acompañarme. La verdad que habla muy bien de ella». No siempre en la historia se dan casos de alguien que puede llegar al poder deje ese lugar. Cuestionado al respecto, él lo concibe como «un hecho generoso para servir al conjunto. Había muchos motivos para que ella siguiera y ha preferido dejarle el lugar a otro porque piensa que puede ser mejor para el proceso colectivo».

El candidato del nuevo ticket electoral argentino defendía hace poco que «sin Cristina no se puede y que con Cristina sola no alcanza» y sugirió que en Argentina había que buscar algo así como el eslabón perdido entre el peronismo y el kirchnerismo. Preguntado si él es o representa ese eslabón perdido de alguna forma, responde que «francamente no lo sé. Lo que vi en este año, que fue una de las cosas que me llamó la atención de Cristina, es que es la única política que en el último año ha crecido sostenidamente día a día en las encuestas. Para mí es una inmensa tranquilidad que Cristina esté en la fórmula porque Cristina es el centro de la política argentina. Todas estas ideas de sacarla del escenario político me parecieron delirantes porque nada hubiera sido gobernable sin Cristina en el centro de la decisión también».

Mensajes a Macri y «Clarín»

Además de la estupefacción del oficialismo, han salido voces a decir que esto era volver a Cámpora al gobierno Perón al poder, lo cual terminó en la dictadura. Después, el presidente Macri consideró que la fórmula sería volver a la autodestrucción del país. Fernández habla claro: «Lo que Macri dice es pueril porque nada es más destructivo para Argentina que el macrismo en el poder. Ni Cristina es Perón ni yo soy Cámpora y además ella lo sabe porque un día renuncié y estuve diez años confrontando políticamente. Lo que a muchos les cuesta entender es que dos personas que se aprecian y se respetan pueden encontrar un punto de acuerdo para trabajar juntos como trabajaron antes. Que Cristina me acompañe me da mucha fuerza».

Y añade que «nada de lo que tenga que hacer va a entrar en contradicción con Cristina, porque sé cómo piensa, todo lo demás son fantasmas que van a levantar. Soy el mismo Alberto Fernández que elogiaban cuando yo la cuestionaba y que ahora que me acerco a Cristina me han convertido en un demonio pero no es mi problema. Es un problema de ellos que deben resolver con un sicólogo».

Fernández piensa que su competidor va a ser Macri: «Si, pero creo que están encerrados: si Macri no es candidato, quien lo suceda va a tener que explicarle a todos el fracaso de Macri que no pudo renovar». Y por último lanzó un mensaje al grupo de comunicación dominante “Clarín”: «No hablan con Cristina, hace mucho que no hablan conmigo desde que estoy cerca de ella, se enojaron conmigo también. A esta altura parecen esos japoneses que en una isla no se enteraron de que la Segunda Guerra terminó. La verdad sería bueno que dejen de hacer periodismo de guerra y se ocupen de volver a hacer periodismo».