La contrarreloj del domingo dio paso al primer día de descanso en el Giro 2019. A las 24 horas posteriores al gran triunfo de Primoz Roglic (Jumbo), aún se seguía hablando de la exhibición bajo el chaparrón del esloveno, que pasito a pasito se va consolidando en el pelotón y ya todos le miran como uno de los favoritos en todas las carreras.

El triunfo en la crono con final en San Marino no le valió para vestir la maglia rosa, en posesión del italiano Valerio Conti para satisfacción de sus compatriotas. Sin embargo, todo parece indicar que no tardará en arrebatársela, como ya lo hizo el transalpino en la sexta etapa, cuando el Jumbo se lo tomó con calma y Fausto Masnada (Androni Giacattoli) y Conti llegaron en solitario –con más de siete minutos respecto al grupo principal– con triunfo para el primero y liderato para el segundo. Esta semana puede volver a ser decisiva y crucial.

Roglic está muy familiarizado con la montaña. Hasta 2011 se dedicó al salto de esquí hasta que dio el salto al ciclismo. Esta semana comienza la primera prueba de este Giro con la especialidad para los escaladores.

Para empezar, hoy y mañana se disputan dos etapas para el lucimiento de los velocistas en Modena y Novi Ligure. Pueden ser otras dos jornadas de ‘descanso’ para lo que viene después. El jueves, en la etapa entre Cuneo y Pinerolo de 146 kilómetros, se rendirá homenaje al Campionissimo Fausto Coppi por el centenario de su nacimiento. En el circuito final espera el ascenso a Montoso (1ª), de 8,9 kilómetros al 9,3% de desnivel medio cuya cima se encuentra a 33 kilómetros de meta.

Ya el viernes se puede hablar de la primera gran cita de montaña con la etapa de 196 kilómetros entre Pinerolo y Ceresone Reale (Lago Serrù). Se trata de un perfil ondulado hasta el comienzo en el kilómetro 35 del Colle del Lys (de 1ª categoría), con 15 de subida y un final con rampas del 9%. El descenso será largo hasta la siguiente dificultad, el Pian del Lupo (2ª), una subida de 9,4 kilómetros que incluye 2 con desnivel del 11%.

Otro descenso largo y peligroso dejará al pelotón al pie del ascenso a Lago Serrù (1ª), nada menos que 21 kms cuesta arriba con duros desniveles superiores al 10%, sobre todo al final.

Fin de semana de traca

La del sábado será una jornada de máximo interés entre Saint-Vincent y Courmayeur (Skyway Monte Bianco) que incluye un total de cinco puertos en 131 kilómetros. De entrada, el Verrayes (2ª, 6,7 km. al 8%), a continuación el Verrogne (1ª, 13,7 kms al 7%), el Truc d’Arbre (2ª, 8 kms al 7%), el coloso Colle San Carlo (1ª, 10,4 kms al 9,8%) y finalmente la escalada a Courmayeur (3ª, 8 kms al 3,2%),

Para finalizar la semana y antes de la segunda jornada de descanso el Giro ofrece una decimoquinta jornada similar al Giro de Lombardía, de 232 kilómetros entre Ivrea y Como. Los 80 kilómetros finales acumulan el interés con las subidas a Madonna del Ghisallo (2ª, 8,4 kms. al 5,6), Colma di Sormano (9,5 kms. al 6,7%) y Civiglio (3ª, 4 kms al 9,6), la última de estas cimas a 9 de meta.

Diferencias considerables pero nunca definitivas

Nadie se atreve a dar por sentado que el Giro está cerrado con dos semanas que restan con montaña para dar y tomar, pero la brecha entre Roglic y el resto es muy considerable. Precisamente por eso muchos tendrán que arriesgar al todo por el todo y la sorpresa tampoco es descabellada. «Es un poco pronto para decir que Roglic ya ha ganado», resumió el doble ganador del Giro Vincenzo Nibali.

Precisamente el “Tiburón” siciliano es el primer enemigo del esloveno en la general, a 1:44. Pero a partir de ahí las diferencias son de bulto. El británico Simon Yates está a 3:46 y Miguel Ángel López a 4:29. Desde el equipo Astana se subrayó ayer que el colombiano «sigue siendo nuestro líder». Por su parte, Mikel Landa, que naufragó en la crono, se encuentra a 4:52 de Roglic y en las filas de Movistar nadie tira la toalla y aún se espera la reacción del alavés. Dos compañeros suyos, el costarricense Andrey Amador y el ecuatoriano Richard Carapaz, están delante, a 1:49 y 3:16. GARA