Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
MOVIMIENTOS POSTELECTORALES

EH Bildu pierde el 8º escaño y se lo lleva Navarra Suma

El recuento definitivo de los votos ha cambiado el reparto de la noche electoral. EH Bildu baja de 8 representantes a 7, en favor de Navarra Suma, que alcanza los 20. I-E ha mantenido finalmente el suyo sobre el alambre, con un 3% raspadísimo. Esto condiciona posibles mayorías, ya que el conjunto del cambio pasa a 19, uno menos que Navarra Suma.

El golpe puede ser más gordo de lo que parece. La pérdida del último escaño de EH Bildu abre la puerta a que Javier Esparza acabe siendo investido con abstención del PSN. La partida que determinará al nuevo presidente de Nafarroa dejó de ser un juego a 26 desde la noche electoral. Para ser investido, hacen faltan más síes que noes. Y ese escenario ha cambiado.

Hasta ahora, una abstención del PSN hacía inviable la investidura de Esparza. Hubieran sido 19 votos favorables frente a los 20 en contra del cuatripartito. Ayer, con el conteo definitivo, esta mayoría volcó. Si el PSN se abstiene, los votos de Geroa Bai (9), EH Bildu (7), Podemos (2) e I-E (1) no serían suficientes para cerrar el paso a Navarra Suma.

Esto no impide, pese a todo, una eventual investidura de María Chivite (11 escaños). A ella también le basta con una abstención, la de EH Bildu, y los votos favorables de Geroa Bai, I-E y Podemos. La pelea, por tanto, sigue sin decidirse y el robo de ese escaño tiene peso simbólico, pero no es determinante.

Y tampoco soluciona los problemas de gobernabilidad. Navarra Suma y EH Bildu juntos siguen sumando 27 escaños, por lo que cualquier intento de formar un Ejecutivo requiere de un entendimiento con una u otra formación. Y a la hora de gobernar, no basta solo con superar el trámite de la investidura. Presupuestos y otras leyes de importancia requieren de mayorías donde abstenerse no basta.

Ese octavo escaño que pierde EH Bildu corresponde a un miembro clave de la formación. La abogada Arantxa Izurdiaga había complido un papel destacado en la pasada legislatura. Fue ella la principal responsable de sacar adelante la renovación del Fuero Nuevo, una de las leyes más importantes y, además, de las más complejas.

En el plano icónico, también supone un palo. Izurdiaga era la abogada de Kontuz que llevó el «caso CAN» a los tribunales. Y en la comisión de investigación parlamentaria arrancó la confesión del expresidente Miguel Sanz de que se crearon consejos en la caja con el único objetivo de pagar dietas a los políticos.

Vía libre para el diálogo

El recuento de estos últimos votos había sido esgrimido como el motivo para que el PSN no se pronunciara sobre su siguiente paso. Hasta el último momento no se ha sabido si Izquierda-Ezkerra iba a mantener su escaño, por lo que los interlocutores parlamentarios de Chivite no estaban definidos. Marisa de Simón supera finalmente el corte del 3% por milésimas y el PSN tendrá que tenerla en cuenta en las negociaciones.

Aun con todo, la decisión de esperar al resultado del recuento sonaba más a excusa que a necesidad. Los tiempos de esta investidura van a ser muy largos. Hay tres meses y faltan muchos hitos por cumplir. Ahora queda por ver con qué bríos y determinación empieza la ronda de contactos. Hasta ayer, Chivite acariciaba la posibilidad y pedía «prudencia» y «paciencia». El escenario estatal está revuelto con mesas sobre el futuro de varias provincias del Estado. Un mal paso puede dar al traste con sus opciones.

La siguiente etapa a cubrir son los ayuntamientos (15 de junio). Pero solo cuatro días después, cuando se constituya el Parlamento, tiene que elegirse a su presidente y a la Mesa. Un acuerdo del PSN-Suma haría que se repartieran entre ambos Presidencia, Vicepresidencia y el puesto de secretario. Sería algo cómodo, pero no probable.

Si Chivite y Esparza deciden dar el paso de presentarse a una investidura, será el presidente del Parlamento quien elija quién va primero y quién después. Y en un proceso de negociaciones que parece cogido con alfileres, ordenar los turnos y decidir los días en los que suceden no parece una cosa a tomarse a la ligera. Amén de que, para el manejo de cuatro años de legislatura, la Mesa es algo clave.