Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
MOVIMIENTOS POSTELECTORALES

Chivite buscará la investidura con una ronda de contactos excluyente

El baile de las negociaciones para la Presidencia ha comenzado. María Chivite ha levantado el teléfono y ha llamado a Geroa Bai, Podemos e I-E. Se reunirá con todos ellos por separado la semana que viene, entre el miércoles y el viernes. Encontrarse con EH Bildu no entra en los planes del PSOE. Javier Esparza busca sin éxito una cita con la líder del PSN.

María Chivite ha dado el paso, pero con toda la timidez posible. Una simple nota de prensa lanzada a mediodía de ayer con membrete del partido la proclamaba «candidata a la Presidencia» e informaba de que había pegado tres telefonazos. La líder del PSN ha llamado a Uxue Barkos (Geroa Bai), Eduardo Santos (secretario de Podemos en Nafarroa) y Marisa De Simón (líder de Izquierda-Ezkerra).

La ronda de contactos comienza la semana que viene y, según parece, arrancará con Uxue Barkos. Se reunirán el miércoles. El jueves se producirá el encuentro con Podemos, y el viernes, con I-E.

Lo que sí deja claro Chivite, al menos en esta primera nota de prensa, es que no habrá reunión con EH Bildu. La líder del PSN va a escenificar que lanzará una investidura al grupo de Bakartxo Ruiz en plan: «O lo tomas o lo dejas». No obstante, los socios con los que pretende formar gobierno tienen los suficientes vasos comunicantes con la formación que lidera Ruiz como para que la pantomima de dejar a EH Bildu a un lado resulte evidente.

Según la nota del PSN, la decisión de emprender la ronda de contactos «se enmarca en el compromiso de la socialista de construir un gobierno de progreso para Navarra. Y que se hará desde la voluntad de llegar a un acuerdo sobre propuestas que permitan el impulso y desarrollo de la comunidad y atender las principales preocupaciones de la ciudadanía, como el empleo, los servicios públicos y la igualdad».

El paso de Chivite fue saludado por el actual delegado del Gobierno español, José Luis Arasti, quien señaló que la secretaria general del PSN tiene «la legitimidad para liderar las conversaciones». Arasti apuntó también que, hoy por hoy, se encuentran «optimistas» con el resultado de las mismas.

Es obvio, sin embargo, que la posición de liderazgo de Chivite a la hora de entablar negociaciones es más que relativa. Tiene 11 escaños y Navarra Suma alcanzó los 20. Pero el problema de Javier Esparza es que no tiene con quién sentarse a hablar. Su única interlocutora posible es Chivite y, por el momento, ella no tiene esa reunión en la agenda. Así que, sin otra puerta que tocar, los de Esparza se han atrincherado en la indignación y lanzan mensajes apocalípticos que encuentran buena acogida en ciertos medios. El diario “El Mundo” dedicó ayer una página entera a las diatribas de Esparza y la emisora local de la “Cope” entrevistó a Enrique Maya. Los dos dicen lo mismo: es imposible que EH Bildu permita que el PSN se lleve el Gobierno navarro y la Alcaldía de Iruñea sin que medie algún tipo de acuerdo.

«La llamaré cuando quiera para intentar sentarnos porque hablar siempre es bueno», afirmó ayer Esparza en un acto en memoria de dos policías muertos en un atentado de ETA en Zangoza en 2003. También estaba Chivite y ambos estuvieron jugando al gato y al ratón.

El papel de Uxue Barkos

Salvo Geroa Bai, los socios en los que pretende apoyarse Chivite están muy venidos a menos. Podemos todavía tiene que digerir el varapalo electoral (ha bajado de 7 a 2 escaños y tiene tres concejales en toda Nafarroa). Por su parte, I-E ha caído de dos escaños a uno sostenido por los pelos. En realidad, a María Chivite tampoco le es estrictamente necesario pactar con los dos. Una abstención de EH Bildu permitiría a Chivite gobernar con más síes que noes y eso implica que tiene que superar los 20 votos negativos que le puedan llegar de Navarra Suma. El PSN tiene 11 y Geroa Bai, 9. Solo les faltaría, por tanto, un socio más.

En consecuencia, Uxue Barkos emerge como figura clave en todo este proceso. Ayer, la lehendakari en funciones marcó el guión de las negociaciones con una rueda de prensa en la sede de la formación y despojada de toda la pompa propia de la Presidencia de Nafarroa. El titular principal que arrojó es que ella no va a ser consejera en un gobierno liderado por Chivite. Barkos acotó el significado de esta afirmación en el sentido en que no implica que vaya a dejar la política. No. Ella seguirá «trabajando por Geroa Bai», pero no está dispuesta a ser número dos de nadie. Y aclaró también que la decisión de no entrar en un gobierno con el PSN es personal. La fórmula de una coalición PSN-Geroa Bai sí que le gusta.

Desmarque de Otegi

La comparecencia de Barkos vino precedida por unas declaraciones de Arnaldo Otegi en las que le invitaba a presentarse también a un proceso de investidura. Otegi sostuvo que la suma del cuatripartito obtiene 19 escaños y que, por tanto, Barkos parte de una posición de fuerza a la que no debería renunciar a la primera de cambio.

A Barkos no le gustó la idea. De hecho, aprovechó estas declaraciones para marcar distancias con el independentismo de izquierdas. «Las decisiones de Uxue Barkos y Geroa Bai las toman Uxue Barkos y Geroa Bai», sentenció.

Aun con todo, la lehendakari dio una de cal y otra de arena. Los periodistas le preguntaron si admite entrar en una ronda de contactos excluyente, y Barkos respondió que la decisión de Chivite de marginar a EH Bildu es un error palmario. Señaló que es de cajón que ambas formaciones tienen que hablar y a Barkos le parece un sinsentido que el PSN busque una investidura sustanciada en una abstención, en lugar de apostar por salir presidenta con una mayoría absoluta que, a posteriori, le resultaría imprescindible para aguantar cuatro años.

El líder de Podemos, Eduardo Santos, dio detalles sobre qué quieren poner sobre la mesa en una negociación con el PSN. Dice que irán con su programa y que defenderán el feminismo, la ecología y los avances sociales logrados estos cuatro años. Y también rompió una lanza en favor de un diálogo abierto de todos con todos.

Aun así, la decisión de no sentarse a ninguna mesa con EH Bildu no parece una línea roja que tenga únicamente interiorizada la propia Chivite. El veto está lanzado desde Ferraz, que es donde se marca la política de pactos del partido. El secretario de Organización del PSOE y actual ministro de Fomento, Javier Ábalos, se manifestó ayer al respecto. «El PSOE no va a negociar con EH Bildu», declaró. Ahora bien, Ábalos no censura estos movimientos del PSN en Nafarroa en aras a conformar –en palabras del ministro– «un Gobierno que no sea nacionalista, pero que sea progresista». Chivite, por tanto, está autorizada a hacer lo que hace. Pero a nada más que a lo que hace. De ahí que el único paso tangible que dio ayer fuera enviar un comunicado muy medido en sus términos.

 

Declaraciones

«La búsqueda para mayorías estables en el Parlamento de Navarra pasa necesariamente por buscar mayorías absolutas»

Uxue BARKOS

Líder de Geroa Bai

«La llamaré cuando quiera para intentar sentarnos porque hablar siempre es bueno. (...) Lo importante es hablar»

Javier ESPARZA

Líder de Navarra Suma

«Iremos con nuestro programa electoral y con tres ejes muy claros: igualdad y feminismo; una apuesta decidida por la ecología; y el autogobierno como garantía del ejercicio de los derechos sociales»

Eduardo SANTOS

Sec. Gral. Podemos