Damiano Cima dio al Nippo Fantini la victoria más importante de su historia en la 18ª etapa del Giro entre Valdarola y Santa María di Sala. Aguantó en los últimos metros la llegada de Pascal Ackermann tras recorrer escapado 171 de los 222 kilómetros que tenía la etapa junto a Mirco Maestri (Bardiani) y Nico Denz (Ag2r), que fueron engullidos por el pelotón en el emocionante final de una etapa que rompió el guión establecido.

Era la última oportunidad para los velocistas que quedaban en carrera y la etapa estuvo marcada por la pugna de los dos más rápidos, Pascal Ackermann y Arnaud Démare, por la etapa, pero sobre todo por el maillot ciclamino. El Groupama dio más importancia a mantenerlo que a la victoria de etapa después de que en el sprint intermedio su velocista superara al campeón alemán y ampliara a 14 puntos su ventaja en esta clasificación. Si Ackermann ganaba la etapa y Démare hacía segundo sumaba quince puntos más y le arrebataba el maillot y por eso el Groupama no trabajó lo esperado para controlar y anular una fuga que en el sprint intermedio apenas tenía dos minutos a sesenta de meta. Solo trabajó en los kilómetros finales cuando el resto de los equipos que querían llegar al sprint eran incapaces de anular la escapada.

La decisión de Groupama no solo no impidió que la victoria de etapa se disputara entre los tres escapados, además permitió a Ackermann hacer segundo mientras Démare quedaba encerrado y solo pudo ser octavo, con lo que perdió la maglia.

La pelea por 4.000 euros

La etapa no solo fue curiosa porque esta pelea por la maglia ciclamino impidió que los sprinters aprovecharan su última oportunidad, también porque llegó una escapada que no tenía como principal objetivo ganar la etapa. Mirco Maestri y Damiano Cima, integrantes de los dos equipos más modestos del Giro, buscaron al saltar en el kilómetro 50 el premio de Fuga Pinarello, dotado con una prima de 4.000 euros que concede el Giro al corredor que más kilómetros realiza escapado.

Frapporti (Androni) encabezaba esa clasificación con 816 kilómetros, por delante de Cima con 760 y Maestri con 570 y estos dos corredores coincidieron por cuarta vez en este Giro en fuga para disputar esta clasificación. A Cima le bastaba con 56 para ponerse en cabeza, pero superó los 170 gracias a la colaboración de Nico Denz, el más fuerte de la fuga, que no pudo dar a Ag2r su segunda victoria consecutiva.

Alcanzaron una máxima ventaja de 5:50 en la subida de Pieve di Alpago y parecía que no tenían ninguna opción cuando se redujo a 2:13 a 60 kilómetros de meta en el sprint intermedio, pero la relajación posterior y la renuncia del Groupama a trabajar motivó que la renta creciera hasta los 4:23 a falta de 46.

Bora e Israel empezaron a recortar la ventaja y el Deceuninck también se sumó al trabajo, pero los escapados echaron el resto y mantenían 1:10 a falta de diez kilómetros y llegaron con 16 segundos al último, en el que los tres fugados empezaron a marcarse, arrancó Denz, pero Cima fue el único que logró pisar la línea de meta por delante de un frustrado Ackermann.

Desde su creación en 2011 el Nippo Fantini no había logrado ningún triunfo en el World Tour y se estrenó en su primera invitación al Giro desde 2016. Ni la presencia de otro Damiano, Cunego, ganador de la prueba, le permitió correr en 2017 y 2018.

Penúltima opción para optar al podio de Landa

Los favoritos vivieron una jornada de transición ayer antes de la traca final del Giro, que presenta hoy el penúltimo final en alto en San Martino Di Castrozza, un puerto de Segunda con 13,6 kilómetros al 5,6% y en el que Mikel Landa intentará recortar diferencias con Nibali y Roglic si la defensa del liderato de Carapaz no se lo impide. Antes se sube un puerto de Tercera, el Passo di San Boldo (6,3 km. al 6,8%) y el Lamon (4ª). Mucha más dureza presenta la etapa de mañana con 195 kilómetros, dos puertos de Segunda y tres de Tercera, entre los que destacan la Cima Coppi en el Passo Manghen a 117 de meta y la llegada a Croce D'Aune-Monte Avena, con dos ascensiones seguidas que acumulan 20 kilómetros muy duros. El domingo espera la crono de 15,6 kilómetros en Bolonia&bs;. GARA